Después de sumergirse en el océano, los zorros voladores de Mauricio lamen el agua salada que queda en sus cuerpos
Hace dos años, Vashist Seegobin remaba en su kayak a 200 metros de una playa de Mauricio cuando vio a un murciélago que intentaba, con mucha torpeza, sumergir la barriga y las patas en el agua. Después de seis o siete intentos, el murciélago lo logró. Luego, aparentemente satisfecho, voló de regreso a tierra firme.
Seegobin, un estudiante de posgrado que estudia ecología en la Universidad de Mauricio, estaba desconcertado por este extraño comportamiento. Durante los siguientes dos meses, se embarcó en ocho expediciones más en kayak, observando a los murciélagos participar en este aparente ritual de baño 14 veces más.
Mientras observaba las payasadas marítimas de los murciélagos, le sorprendió un pequeño detalle que podría haber pasado por alto si no hubiera prestado mucha atención: después de sumergirse en el mar, los murciélagos lamieron cuidadosamente el agua salada de sus cuerpos.
Los zorros voladores de Mauricio (Pteropus niger) son criaturas conspicuas: de pelaje dorado, con una envergadura que puede alcanzar casi un metro, estos murciélagos en peligro de extinción son el único mamífero nativo del país. Aunque las observaciones de Seegobin se limitaron a un solo área en la isla principal de la costa sur de Mauricio, los lugareños han informado haber visto a los murciélagos sumergirse en el océano alrededor de la isla.
Justin Welbergen, ecologista de la Universidad de Western Sydney y presidente de la Australasian Bat Society, que no participó en la investigación, ha oído hablar de la afinidad de los murciélagos por el agua salada. Él recuerda un experimento de laboratorio australiano que encontró que los zorros voladores prefieren beber agua de mar diluida en lugar de agua dulce.
"La inmersión del vientre es un comportamiento muy común en los zorros voladores", dice, y señala que podrían estar tratando de refrescarse en los días calurosos. "Lo que es menos común es que lo hagan en agua de mar".
Seegobin, quien informó de sus hallazgos en un reciente estudio, sospecha que los murciélagos están haciendo más que darse un chapuzón. Cree que están usando el agua salada como fuente de nutrientes. Como otros vertebrados, los zorros voladores necesitan sodio, un elemento fundamental para las funciones del sistema nervioso. Y como muchas otras especies herbívoras, estos murciélagos frugívoros no obtienen suficiente sodio en sus dietas.

Imágenes: (a) Un zorro volador de Mauricio se acercara la superficie del agua de mar, (b) sumerge la parte inferior del cuerpo en ella y (c) lame el agua salada de su pelaje húmedo antes de (d) volar de regreso a tierra
En todo el mundo, muchos herbívoros han desarrollado estrategias inteligentes para complementar sus dietas con los nutrientes que necesitan. En la Amazonía occidental, los guacamayos y los monos comen arcilla rica en sodio. Se sabe que la orina atrae mariposas y polillas. Y en África Oriental, es común que los turistas vigilen una collpa de sal y esperen a que la vida silvestre (cebras, impalas, jabalíes, jirafas, elefantes) se acerquen a ellos.
Alternativamente, los animales que comen frutas a veces pueden cambiar las frutas que comen, ajustando sus dietas para obtener el equilibrio adecuado de nutrientes. Pero esa es una propuesta difícil en Mauricio, donde la deforestación y las especies invasoras como los macacos de cola larga y los roedores están limitando la cantidad de frutos silvestres disponibles para los murciélagos. Los ciclones tropicales, que dañan los árboles frutales cultivados de la isla principal, presentan otro desafío. Esa escasez de variedad nutricional puede explicar el comportamiento de los murciélagos de hundir el vientre.
Seegobin ha dirigido ahora su atención a estas fuerzas externas. Si puede identificar cómo están cambiando los árboles frutales nativos de Mauricio, puede comenzar a comprender cómo esos cambios están influyendo en las decisiones dietéticas de los murciélagos y, en última instancia, asegurar un futuro para los animales en peligro.
Artículo científico: Seawater ingestion by the Mauritius flying fox