Un estudio aconseja proteger 28.000 hectáreas de costa
Los biólogos reclaman que se amplíe la Red Natura a cinco áreas marinas
La contaminación, la sobreexplotación de los mares y la falta de lugares protegidos son algunos de los peores enemigos de las costas gallegas
La organización conservacionista Oceana presentó ayer un informe cofinanciado por la Fundación Biodiversidad sobre las aguas gallegas y el mar Cantábrico para impulsar la creación de, al menos, 15 nuevos espacios protegidos.
Las islas Sisargas, los bajos de Bermeo y Niebla, el cañón de Avilés, las aguas frente a cabo de Peñas, la zona costera de Sonabia, el bajo de Castro Verde, el cañón de Capbretón o los fondos marinos frente a Jaizkibel son algunos de los lugares que Oceana ha identificado como áreas de importancia ecológica para la zona galaico-cantábrica y para los que pide protección.
España será multada si las comunidades autónomas, especialmente Galicia, no toman medidas antes de 2012 para salvaguardar la biodiversidad de sus costas. Ese año el Estado español deberá tener el 10% de su superficie costera protegida, y de momento no llegan ni al 1%. El mayor área a preservar, según un estudio presentado por Oceana y la Fundación Diversidad (dependiente del Ministerio de Medio de Ambiente) se encuentra en la costa galaico-cantábrica.