Algunas municiones desechadas son ojivas de bombas volantes V-1 de la Alemania nazi
En algunas municiones de la Segunda Guerra Mundial desechadas en el fondo del mar Báltico hay más vida marina que en los sedimentos que las rodean. Los hallazgos muestran que algunos organismos marinos pueden tolerar altos niveles de compuestos tóxicos si existe una superficie dura donde habitar.















