Los patrones de las corrientes oceánicas impulsan la colonización global de la hierba marina
Los pastos marinos evolucionaron a partir de plantas de agua dulce y utilizan la luz solar y el dióxido de carbono (CO2) para la fotosíntesis y pueden prosperar en profundidades de hasta 50 metros. A diferencia de las algas, poseen raíces y rizomas que crecen en sedimentos arenosos o fangosos.
Los brotes de hojas, similares a la hierba, producen flores y completan su ciclo de vida completamente bajo el agua. Las semillas tienen una flotabilidad negativa, pero los brotes con semillas pueden flotar, lo que mejora en gran medida las distancias de dispersión a escala oceánica.