Serie de vídeos de Rafa Herrero sobre el Mar de Canarias
El mar es el guardián de la vida en el planeta
Rafa Herrrero (Rafael Herrero Massieu, fotógrafo subacuático y Director de AQUAWORKS, S.L., Las Palmas de Gran Canaria, 1960) es autor de espectaculares imágenes submarinas en su gran mayoría tomadas en alguna de las islas del archipiélago canario.Con su cámara nos acerca a la belleza y grandiosidad de la vida marina, con impresionantes escenas y magnificas composiciones, tanto para el deleite visual como para plantearnos preguntas sobre las presiones y medidas de conservación existentes.
Rafa Herrero comenzó hace una año a publicar en su blog "Mar de Canarias" la serie "12 meses, 12 ventanas", con motivo del año internacional de la diversidad biológica que está a pundo de acabar, a fin de aportar al evento su pequeña gota de agua de mar.
Dice sobre los vídeos: "Para este trabajo no he contado con ningún tipo de financiación externa, por lo que nunca tuve la seguridad de llevar a buen puerto este proyecto. Que no tiene más pretensiones que seguir, de forma modesta, experimentando sensaciones que me lleven a percibir el mar que me rodea. Y por supuesto poderlo compartir!"
En el slideshow insertado más abajo podemos recorrer gracias a la tecnología de Vimeo, los 40 vídeos que Rafa Herrero tiene en su página personal de Vimeo, entre ellos los de las 12 ventanas al mar para cada uno de los meses.
Esta es la sinopsis que hace Rafa Herrero de cada uno de los clips de vídeo:
1) En enero el océano blanquea las costas en un vano intento de recuperarse de tantas agresiones sufridas durante el buen tiempo.
Los charcos, tras la tempestad, guardan unos instantes de tregua, donde la vida recupera la serenidad y la luz juega en el olvido.
2) Febrero es la antesala de la explosión de la vida en el océano. El día va ganando terreno perdido a la noche y la naturaleza se dispone a manifestarse en todo su esplendor.
Al amparo de la oscuridad, jardines de animales esperan el maná de la explosión del plancton. La vida en el mar sigue su curso, pero no inmune a los excesos de la humanidad.
3) El equinoccio de marzo saluda a la primavera. Bajo el mar resurgen las algas al amparo del sol, y en torno a ellas, la vida se torna más vigorosa.
Reaparecen las prisas por perpetuarse en el ciclo de la vida. Miles de seres y de formas, con millones de años de evolución, buscan escapar a la extinción.
4) En abril las corrientes marinas vienen cargadas de alimento, y con ellas llegan ilustres viajeros de mares lejanos.
A todos los nómadas de los océanos les acaricia un halo de misterio.
El mar es cuna de la vida y sobre el se sustenta ésta, y sin embargo, resulta irrisorio lo poco que sabemos de el.
5) En mayo los rayos de sol se asoman con más intensidad a la entrada de las cuevas, como queriendo percibir lo que se esconde tras la oscuridad.
Las cuevas son pequeños mundos de la noche, que cobijan a criaturas poco amigas de la luz, reductos de una fauna insólita.
6) En junio, al caer la noche, el firmamento marino se llena de estrellas fugaces a la luz de nuestros focos. Extrañas criaturas vuelan en este espacio de ingravidez.
Las mantas mariposas se reúnen en la costa atraídas por tanto maná y por invisibles feromonas, que anuncian la pronta llegada del momento de reproducirse.
7) El arenal bajo el mar se difumina en julio como un vasto y desolado espacio aplastado por el agua.
Aunque los fondos arenosos no son lo que aparentan a primera vista, pues la vida, con millones de años de experiencia evolutiva, se ha adaptado a todos los escenarios.
8) Con la llegada del buen tiempo, las focas crían a sus retoños en playas escondidas al fondo de largas cuevas.
Son los mismos sonidos de vida desde hace miles de años, que luchan desesperadamente por no enmudecer.
A la memoria del biólogo Didier Marchessaaux (1957-1988), que en compañía de Alain Argiolas, Gerard Vuignier y Ely ould Elmine, perdió la vida en esta costa el 16 de octubre de 1988, trabajando por la conservación de la Foca monje (Monk seal).
9) El 20 de septiembre de 1946 el Monte Isabela, un carguero de 110 m de eslora, impactó contra los arrecifes de Gando.
Una hora más tarde yacía hundido a 70 m de profundidad.
Hoy, muchos años después, la vida marina resplandece entre los restos de estos barcos atrapados en la profundidad del océano.
10) En octubre, tras las vacaciones, los vientos alisios arremolinan en el mar ríos de basura donde la tortuga se acerca en busca de comida. Son trampas mortales en las que halla una muerte lenta.
Una nueva especie se asienta con fuerza en el océano: el plástico.
Para pocos un refugio efímero, para la mayoría un triste final.
11) En noviembre las noches ya han ganado la batalla al sol y las criaturas de la oscuridad disponen de más horas para deambular por los fondos marinos.
El tiburón ángel, señor de la noche, asciende desde las profundidades para cerrar su ciclo vital.
La naturaleza, en constante lucha contra el declive, sabiamente armoniza un mismo espacio con dos escenarios tan diferentes.
12) Diciembre en el mar es el preludio de los temporales de invierno.
Hay una extraña quietud, las aguas todavía son cálidas y claras.
La gente parece alejarse de la costa, el océano recupera la tranquilidad.
Y la vida reivindica su espacio: el piélago.
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Texto de Rafa Herrero | Fotos de Teo Lucas
Ver también: Mar de Nadie, imágenes marinas de Canarias