El monte submarino recién descubierto se eleva 3.100 metros desde el fondo marino
Monstruos espagueti voladores, el pulpo Casper y un pez que parece un Teleñeco (Muppet en inglés) son solo algunas de las raras criaturas encontradas en una montaña submarina previamente desconocida frente a la costa de Chile.
Durante las expediciones oceánicas realizadas este año en el sudeste del Pacífico, los científicos descubrieron un paraíso submarino, que incluía más de 100 especies potencialmente nuevas para la ciencia.
"Superamos ampliamente nuestras expectativas en esta expedición", dijo en un comunicado el líder de la expedición, Javier Sellanes, de la Universidad Católica del Norte (UCN) de Chile. "Siempre se espera encontrar nuevas especies en estas remotas y poco exploradas áreas, pero la cantidad que encontramos, especialmente para algunos grupos como las esponjas, es alucinante".
Los científicos mapearon y exploraron numerosos montes submarinos a lo largo de cadenas montañosas submarinas como la Cordillera de Nazca y la Cordillera de Salas y Gómez, aventurándose en áreas que nunca han sido estudiadas en detalle.
Entre los descubrimientos más significativos estuvo un monte submarino completamente nuevo en aguas internacionales, a unos 1.450 kilómetros (900 millas) de la costa chilena. La montaña submarina se eleva más de 3 kilómetros (casi 2 millas) desde el fondo marino, alcanzando su cumbre a 994 metros (3.261 pies) debajo de la superficie del océano.
Imagen: Un mapa batimétrico del monte submarino Solito frente a la costa de Chile, creado con datos del sonar multihaz del buque de investigación Falkor. En este mapa, los colores más cálidos (rojo y naranja) corresponden a áreas más superficiales, mientras que los colores más fríos (amarillo, verde y azul) indican áreas más profundas. Estos montes submarinos albergan distintivos ecosistemas, incluidos prósperos arrecifes de coral de aguas profundas y jardines de esponjas. Imagen cortesía de Schmidt Ocean Institute CC BY-NC-SA
El descubrimiento del monte submarino se produjo durante una expedición de 28 días en julio y agosto dirigida por el Instituto Oceanográfico Schmidt en colaboración con Ocean Census y el Centro de Cartografía Costera y Oceánica/Centro Hidrográfico Conjunto de la Universidad de New Hampshire en Estados Unidos.
Los investigadores crearon detallados mapas tridimensionales de la topografía del fondo marino utilizando el avanzado sistema de sonar multihaz del barco. Luego realizaron una inmersión exploratoria en una de las crestas montañosas utilizando un vehículo submarino operado a distancia (ROV).
Las inmersiones del ROV revelaron prósperos ecosistemas de aguas profundas, y los científicos documentaron antiguos jardines de corales, campos de esponjas de cristal (clase Hexactinellida) y numerosas especies de peces. En un monte submarino, los investigadores encontraron un prístino arrecife de coral que cubre un área de unos 800 metros cuadrados (8.600 pies cuadrados).
"Los montes submarinos del Pacífico sudoriental albergan una notable diversidad biológica, con especies que hasta la fecha no se han encontrado en ningún otro lugar", afirmó Alex David Rogers, director científico de Ocean Census, una iniciativa internacional de descubrimiento de especies marinas.
Además del mapeo y los estudios visuales, los equipos recolectaron muestras de plantas y animales que aún se están analizando. Los científicos estiman que ya pueden haber encontrado más de 100 especies desconocidas para la ciencia durante las expediciones, incluidos corales de aguas profundas (orden Scleractinia), esponjas de cristal, erizos de mar (clase Echinoidea), anfípodos (orden Amphipoda) y langostas (familia Galatheidae).
Imagen: Erizos oblongos Dermechinus documentados a una profundidad de 516 metros en el monte submarino JF2. Imagen cortesía de Schmidt Ocean Institute CC BY-NC-SA
Los investigadores también detectaron varias especies raras. Captaron las primeras imágenes de un calamar Promachoteuthis vivo, un género tan esquivo que solo se han descrito tres especies, la mayoría de ellas a partir de especímenes muertos recolectados a fines del siglo XIX. El equipo también vio un pulpo Casper (género Grimpoteuthis), lo que marca la primera vez que se ve esta especie en el Pacífico Sur. También se vieron en las profundidades dos sifonóforos raros del género Bathyphysa, conocidos como monstruos espagueti voladores.
Imagen: Esta es la primera vez que esta rara especie de pulpo, llamada informalmente pulpo Casper, ha sido vista en el Pacífico Sur. Imagen cortesía de ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute CC BY-NC-SA
Imagen: Se ha documentado el hallazgo de una Bathyphysa conifera, conocida comúnmente como monstruo espagueti volador, que rara vez se ve en un monte submarino sin nombre e inexplorado a lo largo de la cordillera de Nazca, frente a la costa de Chile. Imagen cortesía de ROV SuBastian / Schmidt Ocean Institute (CC BY-NC-SA 4.0).
Las expediciones del Schmidt Ocean Institute demuestran tanto la rica biodiversidad en juego en alta mar como las vastas áreas que permanecen inexploradas. Antes de 2024, solo se habían documentado unas 1.000 especies en la región del Pacífico Sudeste estudiada. Las recientes expediciones ya han aumentado esa cifra a más de 1.300.
“Una imagen vale más que mil palabras, y realmente las imágenes que hemos tomado aquí son de una belleza única y de un lugar totalmente desconocido incluso para nosotros, que al ser visibilizado para el resto de la población, no sólo da herramientas a los tomadores de decisiones, sino que da voz a la gente para pedir mayor protección”, dijo en una entrevista María Gallardo, científica del Centro de Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas (ESMOI) de la UCN.
Imagen: El buque de investigación oceanográfica Falkor en el Pacífico Sur, navegando sobre la dorsal de Nazca, una cadena de montes submarinos frente a la costa de Chile. Crédito: Misha Vallejo Prut / Schmidt Ocean Institute
Los hallazgos llegan en un momento crucial, ya que las Naciones Unidas finalizaron recientemente un tratado histórico destinado a proteger la biodiversidad en aguas internacionales. Conocido como el tratado de alta mar y acordado en marzo de 2023, marca reglas para establecer áreas marinas protegidas y gestionar áreas oceánicas fuera de la jurisdicción de cualquier país.
"Dentro de 200 años, si somos capaces de mantener este planeta en funcionamiento sin destruirlo, miraremos atrás a textos como este y diremos que ese fue el punto de inflexión, cuando nosotros, como [193] países, nos unimos para forzar la protección del patrimonio común de la humanidad", dijo Jeremy Raguain, delegado de Seychelles y conservacionista marino.
Sin embargo, aún quedan desafíos para implementar el tratado. Para que entre en vigor, todavía debe ser adoptado formalmente y luego ratificado por al menos 60 países. También deben definirse los detalles sobre cómo se financiará y se aplicará.
"Este es un momento que ocurre una vez en una generación", dijo Andreas Hansen, responsable de políticas oceánicas en The Nature Conservancy, quien no participó en las expediciones pero comentó sobre su importancia. "Ahora tenemos que trabajar mucho para asegurarnos de que esas palabras en la página realmente se conviertan en beneficios".