El 85 por ciento de los ecosistemas de arrecifes de ostras se han perdido
La disminución de la población de ostras comienza cuando la pesca de arrastre o el dragado destruye la estructura de partes del arrecife
Un estudio de los hábitats de ostras de todo el mundo ha descubierto que los suculentos moluscos están desapareciendo rápidamente y el 85 por ciento de sus arrecifes se han perdido debido a la sobrepesca y a enfermedades.
La mayoría de las ostras silvestres que quedan en el mundo, el 75 por ciento aproximadamente, se encuentra en cinco lugares en América del Norte, dijo el estudio publicado en BioScience, la revista del Instituto Americano de Ciencias Biológicas.
Un equipo internacional de investigadores dirigido por Michael Beck, de The Nature Conservancy y la Universidad de California en Santa Cruz, examinó el estado de los arrecifes de ostras nativas en 40 ecorregiones, incluyendo 144 bahías.
"Los arrecifes de ostras están a menos del 10 por ciento de su anterior abundancia en la mayoría de las bahías (70 por ciento) y las ecorregiones (63 por ciento)", dijo el estudio. "Ellos están funcionalmente extintos, ya que carecen de cualquier función de los ecosistemas importantes y sigue siendo inferior al uno por ciento de la anterior abundancia en muchas bahías (37 por ciento) y las ecorregiones (28 por ciento). En particular en América del Norte, Australia y Europa"
Al promediar la pérdida de todas las regiones, los investigadores llegaron a una estimación de que el 85 por ciento de los ecosistemas de arrecifes de ostras se han perdido, pero dijo que esa cifra probablemente es baja ya que algunas zonas carecen de registros históricos para la comparación.
El estudio tampoco incluye los arrecifes de ostras en partes del sur de áfrica, China, Japón y Corea del Norte y del Sur.
Otros estudios y observaciones en las zonas "sugieren que la abundancia de ostras silvestres fue mucho mayor en el pasado y que los arrecifes se han reducido en gran medida de la abundancia o han desaparecido por completo", dijeron los autores.
El único punto brillante en el mundo de las ostras se encontraba en el Golfo de México, donde las capturas de ostras nativas son "las más altas del mundo a pesar de una disminución significativa en la abundancia y los arrecifes", según el estudio.
Cinco regiones en las que las capturas de ostras son los más altos a nivel mundial se encuentran en el este de América del Norte, desde la costa hacia el sur de Virginia y también en el Golfo de México.
Las ostras son importantes para los ecosistemas, ya que filtran las impurezas del agua y proporcionan alimentos y empleo para las personas que viven en las comunidades costeras.
La disminución de la población de ostras a menudo comienza cuando la pesca de arrastre o el dragado destruye la estructura de las partes del arrecife, dejando a las ostras sobrevivientes vulnerables a las tensiones en el medio ambiente.
En algunos casos, las especies no nativas de ostras se introducen después de una disminución de la población, y traen consigo enfermedades que matan a las ostras nativas.
Los autores recomendaron que las formaciones con menos del 10 por ciento de su anterior abundancia se cerrasen a la recolección hasta que las ostras puedan recuperar sus números de nuevo.
Los pescadores de ostras en la Bahía de Chesapeake, en Maryland (EE.UU) han invertido en los últimos 14 años $58 millones en un programa para salvar a la población de ostras.
Algo más sobre las ostras:
Es un género de moluscos bivalvos marinos, conocidas popularmente como ostras; poseen dos conchas casi circulares y desiguales, y están consideradas como uno de los mariscos comestible más apreciados.
Algunas especies son capaces de producir perlas, se forman a partir de partículas que se sedimentan en la ostra, formando con el tiempo una piedra preciosa.
La alimentación de las ostras es en base a plancton y partículas suspendidas, llegando a filtrar cada una de ellas hasta cinco litros de agua por hora.
La forma de cultivo de la ostra es en batea. Las ostras inmaduras, llamadas también semillas de ostras, se colocan en unas canastillas circulares, unas encima de otras y se sumergen para su posterior crecimiento y recolección.
La forma más típica de comer la ostra es cruda con limón aunque últimamente se está innovando en su preparación, al horno gratinadas con un poco de vino blanco es una forma nueva y exquisita de degustarlas.
Artículo original en BioScience: "Oysters at Risk: Gastronomes' Delight Disappearing Globally"
Un artículo muy bueno sobre las ostras: "Ostras: el marisco provocador"