La investigadora Mónica Moritsch sigue los cambios en una zona intermareal cuando ha desaparecido su principal depredador
Desde junio de 2013, las estrellas de mar en el noreste del Océano Pacífico han estado muriendo de la manera más horrible. Aparecen lesiones, los tejidos decaen, las extremidades se caen y la muerte sigue pronto. Dentro de pocos días el animal parece haberse desvanecido.
Los científicos han apuntado a la muerte por densovirus como el principal sospechoso del síndrome de desgaste de la estrella de mar. Y, si bien es alarmante verlo, la pérdida de las estrellas de mar en la zona intermareal también presenta una oportunidad para los investigadores: ¿qué pasa cuando se quita del ecosistema intermareal un depredador como la estrella de mar Pisaster ochraceus?
Retrocediendo a la década de 1960 el investigador Robert Paine, de la Universidad de Washington, fabricó este escenario por la recolección manual de las estrellas de mar de un tramo de la isla de Tatoosh, Washington, y a partir de este trabajo articuló el concepto de especie clave: una especie cuya presencia o ausencia hace un marcado impacto en un ecosistema.
Así el brote de síndrome de la desgaste estrella de mar de 2013 ha dado a los investigadores como Monica Moritsch, una estudiante graduada de la Universidad de California en Santa Cruz, una oportunidad para monitorear los cambios cuando las poblaciones de estrellas de mar caen en picado y luego, con suerte, empiezan a repoblar la zona intermareal. El vídeo de arriba muestra el trabajo de Moritsch cerca de Long Marine Lab, Santa Cruz.