Una especie protegida de coral podría usar las estructuras industriales para propagarse
Los científicos han descubierto que las estructuras hechas por el hombre en el Mar del Norte podrían jugar un papel crucial para mantener unidas a las poblaciones de coral y aumentar su capacidad de recuperación.
La amplia gama de actividades industriales en los océanos, desde la extracción de petróleo y gas hasta proyectos de energía renovable que involucran energía eólica marina, de olas y mareas, pueden presentar un desafío para los entornos marinos. Al crear una expansión en el océano, el número creciente de estructuras artificiales puede tener un impacto negativo en los ecosistemas marinos, ejerciendo una mayor presión sobre los hábitats naturales.
Sin embargo, también pueden presentar nuevas oportunidades de conservación, según investigadores parcialmente apoyados por el proyecto ATLAS financiado por la UE.
Los autores del estudio, que fue publicado recientemente en la revista Scientific Reports, dicen: "Las redes altamente conectadas generalmente mejoran la resiliencia en sistemas complejos. Presentamos una novedosa aplicación de este paradigma e investigamos el potencial de las estructuras antropogénicas en el océano para mejorar la conectividad de una especie protegida amenazada por la presión humana y el cambio climático".
Como se resume en un comunicado de prensa de la Universidad de Edimburgo, los científicos utilizaron un modelo de computadora para revelar cómo una especie protegida de coral podría usar las estructuras industriales para propagarse. Encontraron que "las larvas de coral liberadas cerca de las plataformas petroleras viajarían entre los corales que colonizaron otras estructuras y llegarían a poblaciones naturales ubicadas a grandes distancias".
El comunicado de prensa también señala que las larvas que pertenecen a la especie Lophelia pertusa pueden "complementar las poblaciones existentes y recolonizar arrecifes dañados y áreas protegidas en otros países, mejorando sus posibilidades de supervivencia".
Conectividad e infraestructura
En el artículo de la revista los investigadores dijeron que el estudio "ofrece la provocativa sugerencia de que la infraestructura oceánica puede tener un significado de conservación a gran escala para las especies protegidas. Las simulaciones ilustran cómo las instalaciones de petróleo y gas del Mar del Norte tienen el gran potencial de formar una red regional altamente interconectada de ecosistemas de corales antropogénicos capaces de suministrar larvas a poblaciones naturales río abajo".
En una cita en el comunicado de prensa, la coautora Dra. Lea-Anne Henry destacó la importancia de entender cómo ha respondido el Mar del Norte a las estructuras hechas por el hombre que se han implementado desde la década de 1970. "Necesitamos pensar con mucho cuidado sobre las mejores estrategias para eliminar estas plataformas, teniendo en cuenta el papel clave que pueden jugar ahora en el ecosistema del Mar del Norte".
El proyecto ATLAS (una evaluación transatlántica y un plan de gestión espacial basado en ecosistemas de aguas profundas para Europa) se creó para proporcionar nuevos conocimientos esenciales sobre los ecosistemas oceánicos profundos en el Atlántico norte. Las actividades de investigación se centran en los hábitats de aguas profundas (200-2.000 m).
Los socios esperan que el proyecto permita el desarrollo de políticas y regulaciones marinas basadas en la ciencia para garantizar una gestión eficiente de los ecosistemas y los recursos. También contribuirá a la Estrategia de Crecimiento Azul a largo plazo de la Comisión Europea para apoyar el crecimiento sostenible en los sectores marinos y marítimos en general, como se señala en una hoja informativa del proyecto.
Para lograr sus objetivos, ATLAS ha reunido 12 estudios de casos transversales que abarcan el Atlántico para estudiar los ecosistemas de esponjas, corales de aguas frías, montañas submarinas y cordilleras enmedio del océano.
Artículo científico: Ocean sprawl facilitates dispersal and connectivity of protected species