Las iguanas vuelven a una isla de las Galápagos casi 200 años después que Charles Darwin las observara allí
Las iguanas no eran la especie favorita de Charles Darwin. De hecho, él las detestaba bastante. El famoso naturalista describió una vez a las iguanas terrestres de las Galápagos (Conolophus subcristatus) como "perezosas y medio torpidas" con una "apariencia singularmente estúpida". Vaya con Darwin.
Tal vez Darwin hubiera sido más indulgente si hubiera sabido que sería la última persona en registrar oficialmente un avistamiento de esos reptiles en la isla de Santiago durante los siguientes 184 años.
Desde el momento en que Darwin hizo su poco halagüeña descripción, la población de iguanas de la isla fue completamente erradicada por depredadores invasores como los cerdos salvajes. Pero ahora, gracias a una iniciativa de reintroducción lanzada por la autoridad del Parque Nacional de Galápagos, los reptiles están regresando.
A fines del año pasado, más de 1.400 iguanas terrestres fueron capturadas en la isla vecina de Seymour Norte y desde entonces han sido liberadas en las regiones costeras de Santiago, donde un adecuado ecosistema y una abundancia de alimentos les harán sentirse como en casa. A partir de febrero los funcionarios del parque, junto con expertos de la Universidad Massey de Nueva Zelanda, estarán atentos a las iguanas para ver si están comiendo bien y construyendo nidos. También estarán vigilando especies como hormigas y roedores, que se sabe que asaltan nidos de iguanas.
En el pasado, la mayor amenaza para las poblaciones de iguanas terrestres de Galápagos se presentaba en forma de voraces cerdos salvajes. Introducidos en la isla por marineros y colonos en el siglo XIX, los cerdos depredadores se alimentaban de iguanas jóvenes y huevos y, junto con la ayuda de gatos, ratas y perros, pudieron eliminar a toda la población.
Afortunadamente, las iguanas ya no tienen que preocuparse por esos molestos cerdos: la isla fue declarada oficialmente libre de cerdos en 2004 tras una iniciativa de conservación denominada Proyecto Isabela.
Si bien Darwin pudo haber tenido sus reservas sobre las iguanas terrestres, los reptiles son endémicos de las Islas Galápagos y juegan un importante papel en la dispersión de semillas y en la ayuda al mantenimiento del paisaje. Además de ayudar a la recuperación ecológica de la isla Santiago, las iguanas pueden estar mejor en su nuevo hogar, ya que en Seymour Norte los recursos alimenticios, especialmente los cactus, están limitados.
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