Un nuevo mapa muestra áreas del océano que los conservacionistas están de acuerdo en que necesitan protección
Los países de todo el mundo se han comprometido a proteger el 10 por ciento de las áreas costeras y marinas del planeta para 2020 como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas. Pero no siempre es fácil para los países ponerse de acuerdo sobre dónde deberían estar las áreas protegidas para que tengan el mayor impacto en la conservación.
"El mundo ha acordado hacer de la protección del océano una prioridad, pero ¿cómo podemos asegurarnos de que sea efectiva?", pregunta Ellen Pikitch, quien estudia la conservación del océano en la Universidad Stony Brook en Nueva York. "Los diplomáticos dicen que necesitan orientación".
A Pikitch y sus colegas se les pidió que crearan un mapa para ayudar a guiar las discusiones sobre qué áreas necesitan más protección. Recopilaron 10 mapas diferentes que identificaban áreas prioritarias para la conservación hechas por varias agencias de la ONU y grupos de conservación y los superpusieron para ver dónde las organizaciones acordaron y verificaron cuáles ya son parte de áreas marinas protegidas (AMPs).
El equipo encontró que el 55 por ciento de las áreas oceánicas fueron identificadas como importantes por al menos una organización y el 14 por ciento fueron señaladas por dos a siete grupos. De ese 14 por ciento, la gran mayoría aún no está protegida.
Muchas de las áreas con un fuerte consenso de ser una prioridad para la protección, pero con poca protección real, se encuentran en el Mar Mediterráneo, el Mar Caribe, alrededor de Madagascar y el sur de África, y en la parte del Océano Pacífico occidental conocida como Triángulo de Coral.
Imagen: Este mapa muestra el nivel de consenso entre las organizaciones de áreas del océano que necesitan protección. Cuanto más alto sea el nivel, más organizaciones están de acuerdo. Mapa de Pikitch et al.
Pikitch presentó el mapa, que se publicó en octubre, a las Naciones Unidas el 4 de diciembre. Espera que ayude a proporcionar orientación a quienes trabajan en la protección del océano mostrándoles dónde están las oportunidades. "Cualquier organización puede utilizar esta información para justificar por qué un área debe estar protegida o para encontrar áreas en las que trabajar", dice ella.
Anna Metaxas, oceanógrafa de la Universidad Dalhousie en Halifax, dice que el mapa será útil cuando se trata de proteger partes de alta mar que están más allá de las jurisdicciones nacionales. A nivel nacional, muchos países tienden a seguir sus propias prioridades en lugar de las recomendaciones científicas, señala.
Y en muchos lugares, como en el Mediterráneo, proteger las áreas prioritarias requerirá la cooperación entre los estados vecinos, algo que rara vez ha sucedido. "Cuando las organizaciones internacionales seleccionan áreas basadas en características de conservación, a menudo trascienden las fronteras", dice ella. "No creo que el mundo esté preparado para eso".
Emily Darling, científica conservacionista de la Wildlife Conservation Society en Toronto, dice que si bien los investigadores se centraron en las AMPs, también es importante apreciar que las AMPs son solo una herramienta para proteger los océanos, y no siempre son las más efectivas o apropiadas. Las AMPs funcionan mejor cuando tienen protecciones sólidas, como prevenir toda la pesca, pero eso a menudo significa que las personas locales pierden el acceso a los recursos en esas áreas, lo que puede causar conflictos.
Los mapas como este deberían usarse, dice, no solo para designar AMPs no pesqueras sino también para apuntar a áreas que podrían beneficiarse de protecciones más permisivas que aún permiten el uso de recursos locales.
Referencia científica: Gaps in Protection of Important Ocean Areas: A Spatial Meta-Analysis of Ten Global Mapping Initiatives
