La variabilidad en la acidez del océano puede ser un problema mayor de lo que los científicos pensaban
Imagínate sentado en un charco de agua que se balancea entre demasiado caliente y demasiado fría y no puedes controlar la temperatura de tu cuerpo. Ahora sustituye la temperatura con la acidez. Felicitaciones, eres un mejillón, y estás estresado.