Por cada millón de moléculas en la atmósfera, 387 de ellas son ahora dióxido de carbono, la más alta concentración en dos millones de años
Sin inmutarse apenas, los ciclos del carbono rápidos y lentos mantienen una concentración relativamente estable de carbono en la atmósfera, la tierra, las plantas y los océanos. Pero si algo cambia la cantidad de carbono en un depósito, su variación afecta a los demás.
En el pasado de la Tierra, el ciclo del carbono ha cambiado en respuesta al cambio climático. Las variaciones en la órbita de la Tierra alteran la cantidad de energía que la Tierra recibe del Sol y dan lugar a un ciclo de glaciaciones y periodos cálidos como el actual clima de la Tierra. (Ver Milutin Milankovitch). Las edades de hielo se desarrollaron cuando se enfriaron los veranos del hemisferio norte y se acumuló hielo en la tierra, que a su vez redujo el ciclo del carbono.