Lo resolverá un equipo de 21 jueces del Tribunal Internacional del Derecho del Mar
El mes pasado, en Hamburgo, Alemania, un poco conocido tribunal celebró una audiencia sin precedentes de dos semanas de duración. Representantes de países de todo el mundo, desde pequeñas naciones insulares hasta grandes estados ricos, se reunieron en un edificio con una forma claramente ondulada con vistas al río Elba en busca de respuestas.
"Estamos aquí hoy porque más de un siglo y medio de emisiones antropogénicas de gases de efecto invernadero han contaminado nuestros preciosos océanos y devastado el medio marino", afirmó Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda, preparando el escenario en la apertura de la audiencia ante el Tribunal Internacional del Derecho del Mar (ITLOS, por sus singlas en inglés), un panel de 21 jueces que representan a países de todo el mundo.
"Esas emisiones han cambiado fundamentalmente el clima de la Tierra y representan una amenaza existencial para las comunidades vulnerables de todo el mundo", dijo.
Browne habló no sólo en nombre de su propio país, sino también en nombre de otros ocho: Tuvalu, Palau, Niue, Vanuatu, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Saint Kitts y Nevis y las Bahamas. En los últimos años, estos países unieron fuerzas para formar la Comisión de Pequeños Estados Insulares sobre Cambio Climático y Derecho Internacional (COSIS). Y ahora estaban presionando al tribunal para que respondiera una cuestión jurídica crucial.
ITLOS es responsable de interpretar y defender la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (UNCLOS) de 1982, un tratado internacional que representa a 169 países. Las naciones insulares quieren que la corte decida qué deberes legales impone la UNCLOS a los estados signatarios para proteger el medio marino de los impactos del cambio climático.
Después de una primavera y un verano con temperaturas oceánicas récord, Browne dijo al tribunal que "no es exagerado hablar de amenazas existenciales cuando algunas de estas naciones pueden desaparecer en el futuro previsible debido a la subida del nivel del mar".
Margaretha Wewerinke-Singh, representante del comité de expertos legales del COSIS, dice que esperan que el tribunal emita orientación jurídica, en forma de opinión consultiva, que aclare "de una vez por todas" que las emisiones de gases de efecto invernadero constituyen contaminación del medio marino "y luego mostrará con un alto nivel de especificidad lo que se supone que deben hacer los estados para prevenir esta contaminación".
El tribunal es una de las tres instituciones legales internacionales a las que recientemente se les ha encomendado la tarea de brindar una opinión consultiva sobre el cambio climático. Chile y Colombia pidieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos que interprete qué obligaciones tienen las naciones para responder a cuestiones de derechos humanos, como la migración, que son causadas o exacerbadas por la emergencia climática [PDF]. Y en marzo, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una resolución pidiendo a la Corte Internacional de Justicia, afiliada a la ONU, que aclarara una cuestión similar.
De estos, se espera que ITLOS sea el primero en responder públicamente, probablemente para la próxima primavera.
Imagen: El Tribunal Internacional del Derecho del Mar es un organismo legal que representa a 169 naciones. El organismo supervisa la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar.
En su argumento ante el tribunal, el equipo legal de COSIS quiso centrarse en la ciencia. Fue una elección estratégica, afirma Wewerinke-Singh. "Esto es algo que ITLOS hace muy bien. Los jueces, si se los compara con los jueces de otras cortes y tribunales, son realmente bastante capaces de lidiar con evidencia científica compleja".
Sarah Cooley, directora de ciencia climática de Ocean Conservancy y autora principal del capítulo de un reciente informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), habló como testigo experta de COSIS. En la audiencia, destacó cómo la temperatura y la acidez del océano, que ya están aumentando, seguirán teniendo "vastas y drásticas" consecuencias para el medio marino, incluidos la subida del nivel del mar, la acidificación de los océanos, el cambio de corrientes, los cambios en los ecosistemas y la mayor probabilidad y gravedad de las olas de calor marinas.
En consonancia con el informe del IPCC, Cooley añadió que el aumento de la temperatura global debe mantenerse por debajo del umbral de 1,5°C reduciendo urgentemente las emisiones de gases de efecto invernadero, en particular las procedentes de combustibles fósiles.
En su presentación ante el tribunal, Shobha Maharaj, bióloga ambiental, directora científica de la empresa de reforestación Terraformation, con sede en Hawái, y también autora principal del capítulo de un reciente informe del IPCC, enfatizó cómo los residentes de islas pequeñas son particularmente vulnerables porque sus hogares e infraestructura a menudo están cerca de la costa, lo que los hace susceptibles a la subida del nivel del mar, marejadas ciclónicas, inundaciones y otras condiciones climáticas extremas. También suelen depender en gran medida de los ecosistemas marinos y terrestres locales para muchas de sus necesidades. "Como tal, los impactos negativos en los ecosistemas insulares a menudo pueden afectar rápida y negativamente a las personas que viven en estas islas", dijo Maharaj.
En sus declaraciones escritas y orales ante el tribunal, la mayoría de los países aceptaron que los gases de efecto invernadero son una forma de contaminación que los estados deben prevenir, reducir y controlar. Pero no estuvieron de acuerdo sobre exactamente cómo deberían responder los países a la amenaza.
Los países ricos, como el Reino Unido y Australia, así como los de la Unión Europea, sostuvieron que el cambio climático ya se está abordando a nivel internacional a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en virtud de la cual se firmó en 2015 el histórico Acuerdo de París.
Pero las pequeñas naciones insulares no están convencidas. Browne dijo al tribunal que han estado planteando sin éxito sus preocupaciones en ese ámbito durante décadas. "Año tras año, escuchamos cómo se hacían promesas para mitigar el cambio climático, y año tras año, vimos cómo esas promesas no se cumplían", dijo.
Si el ITLOS emite su opinión estableciendo los requisitos legales de los estados para responder al cambio climático, la decisión no será legalmente vinculante. Tampoco se relacionará con todos los países del mundo. El UNCLOS es un acuerdo internacional voluntario y algunos países, en particular Estados Unidos, no lo han firmado. De todos modos, los expertos dicen que es probable que la decisión del tribunal afecte las opiniones de otros tribunales, como la Corte Internacional de Justicia.
Mónica Feria-Tinta, abogada especializada en derecho internacional público, añade que no cumplir con la decisión del tribunal expondría a los estados a posibles demandas. Feria-Tinta ayudó al Fondo Mundial para la Naturaleza, una organización sin fines de lucro, a redactar una presentación por escrito al tribunal que argumentaba que un ambiente marino saludable es importante en sí mismo, no solo por sus servicios a los humanos. "[La opinión] va a ser extremadamente influyente", dice.
En sus 41 años de historia, ITLOS sólo ha emitido dos opiniones consultivas: una sobre la minería en aguas profundas y la otra sobre la pesca en alta mar. Por eso, los expertos dicen que es difícil saber cómo abordará el tribunal la cuestión mucho más amplia y compleja del cambio climático.
Armando Rocha, experto en derecho del mar y derecho del cambio climático de la Universidad Católica de Portugal, cree que ITLOS estará bajo presión para dejar a los estados un amplio margen de discreción sobre cómo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero.
Pero Roma no se construyó en un día. "Si esperamos demasiado de esta opinión consultiva, será un fracaso", afirma Rocha. Pero si nos damos cuenta de que el actual derecho internacional sobre el cambio climático está poco desarrollado, "entonces estos pequeños pasos pueden ser muy significativos".