Vídeo de la Agencia Espacial Europea
El hielo es sin duda una de las primeras víctimas del cambio climático, pero los efectos del calentamiento de nuestro mundo no se limitan sólo al derretimiento del hielo en la superficie de la Tierra.
El suelo que ha estado congelado durante miles de años, llamado permafrost, se está derritiendo, lo que se suma a la crisis climática y causa graves problemas a las comunidades locales.
Los científicos estiman que el permafrost del mundo contiene casi el doble de la cantidad de carbono que hay actualmente en la atmósfera. Cuando el permafrost se calienta y se descongela, libera metano y dióxido de carbono, añadiendo a la atmósfera estos gases de efecto invernadero y empeorando aún más el calentamiento global.
Si bien el permafrost no se puede observar directamente desde el espacio, muchos tipos diferentes de datos satelitales, junto con mediciones y modelos terrestres, permiten a los científicos pintar una imagen de las condiciones del suelo del permafrost, dice la ESA.