Un análisis global de cómo oprime playas y dunas la infraestructura humana

casas cerca del mar
El extremo oriental de Ocean Isle Beach, Carolina del Norte, ha experimentado una importante erosión costera a lo largo de los años, lo que ha provocado la pérdida y reubicación de varias viviendas. Crédito: NASA/JPL-Caltech

Para el año 2100 entre el 23 y el 30% de las playas y dunas serán arrasadas o sumergidas

Las playas y dunas están cada vez más atrapadas entre la subida del nivel del mar y la infraestructura. Investigadores holandeses han descubierto que hoy en día, cuando te dejas caer en una playa al azar en todo el mundo, sólo es necesario caminar 390 metros en promedio para encontrar la carretera o el edificio más cercano.

Si bien esa corta distancia a pie puede parecer conveniente si desea pasar un día en la playa, es una mala noticia para nuestra protección contra la subida del nivel del mar, el suministro de agua potable y la biodiversidad.

Pero hay esperanza. Los investigadores del Instituto Holandés de Investigación del Mar, la Universidad de Groningen, la Universidad de Utrecht, la TU Delft y la Comisión Forestal Holandesa también han descubierto que mediante la designación de reservas naturales se pueden proteger con éxito las playas y las dunas.

Las playas y las dunas son vitales para la sociedad. Nos protegen de las inundaciones, son una fuente importante de agua potable y son un importante hábitat para numerosas especies de plantas y animales. También son indispensables cuando pasamos un día de playa o paseamos por las dunas. Cuando se les da suficiente espacio a las playas y dunas, pueden cumplir todas estas funciones.

Pero si las zonas de dunas se vuelven demasiado estrechas, la protección natural contra inundaciones, la extracción de agua potable y la biodiversidad se ven amenazadas. Sin embargo, las playas y dunas se ven cada vez más oprimidas por la infraestructura, por un lado, y la subida del nivel del mar, por el otro, escribe el equipo.

compresión costera

Imagen: Consecuencias de la compresión costera en las condiciones actuales y futuras. Crédito: Tjisse van der Heide

Para mapear esta compresión costera, los investigadores combinaron datos de mediciones de trabajos anteriores de TU Delft con datos de Open Street Map. Luego midieron la distancia en línea recta desde la costa hasta la carretera pavimentada o el edificio más cercano. Hicieron esta medición cada kilómetro, a lo largo de todas las playas de arena del mundo, arrojando un total de 235.469 mediciones.

Estas mediciones mostraron que la infraestructura humana se encuentra generalmente muy cerca del mar. En promedio, la primera construcción o camino pavimentado se encuentra a 390 metros del mar. En los Países Bajos, densamente poblados, el espacio es reducido, a 210 metros, y en Francia el espacio es aún más reducido, a 30 metros del mar.

De todos los continentes, Europa parece tener la mayor cantidad de playas y dunas oprimidas, con una distancia promedio de 130 metros, mientras que Oceanía es la menos oprimida, con una distancia promedio de 2,8 km.

En el futuro, es probable que la presión costera aumente en todo el mundo. La subida del nivel del mar reducirá aún más el espacio entre los edificios y el mar.

En una situación natural, las playas y dunas migrarían hacia el interior, pero los edificios y las carreteras impiden este proceso. Por lo tanto, los investigadores esperan que entre el 23 y el 30% de las playas y dunas serán arrasadas o sumergidas para el año 2100.

Los investigadores descubrieron que cuando las áreas de dunas tienen un estado protegido, los edificios y las carreteras se encuentran cuatro veces más distantes que en las áreas no protegidas. Sin embargo, actualmente sólo están protegidas el 16% de las costas arenosas del mundo. Por ello, los investigadores subrayan la importancia de proteger mejor las playas y las dunas.

El trabajo está publicado en la revista Nature Communications: A global analysis of how human infrastructure squeezes sandy coasts

Etiquetas: InfraestructuraPlayaDuna

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