Las temperaturas globales de la superficie del mar han alcanzado niveles récord durante más de 12 meses
El ecosistema más grande de la Tierra está ardiendo. Todos los días durante los últimos 12 meses, la temperatura promedio de la mayor parte de la superficie del mar ha sido la más alta jamás registrada en esa fecha del calendario, según muestran datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense (NOAA).
"Y actualmente estamos superando el año pasado", dice Robert West, meteorólogo de la NOAA en Miami. "Seguimos estableciendo récords, incluso ahora por encima de los récords del año pasado".
Una de las principales razones por las que las temperaturas globales de la superficie del mar son tan altas es El Niño, un fenómeno climático natural que involucra aguas superficiales cálidas que se extienden por el Océano Pacífico tropical. El Niño es un evento recurrente, y este surgió a fines de la primavera pasada.
Pero los ciclos climáticos naturales no pueden explicar su subida bajo la superficie del mar. La cantidad de calor almacenado dentro de los dos kilómetros superiores del mar ha ido aumentando durante décadas, dice el oceanógrafo de la NOAA Hosmay López, también en Miami. Y la tasa de ese subida se está acelerando.
Temperaturas del mar en alza
Desde mediados de marzo del año pasado, la temperatura media de la superficie del océano extrapolar, en latitudes de 60° N a 60° S, ha batido el récord diario todos los días, según muestran los datos de la NOAA. Las temperaturas diarias de la superficie del mar están superando los récords anteriores establecidos hace un año. Estas temperaturas se basan en observaciones de satélites, barcos y boyas en el mar.
Fuente: Climate Reanalyzer/Univ. de Maine • Visualización: C. Crockett
El cambio climático causado por el hombre ha hecho esto. Desde 1971, el océano ha absorbido más del 90 por ciento del exceso de calor atrapado en la atmósfera por los gases de efecto invernadero, o más de 380 zettajulios de calor. En comparación, eso es aproximadamente 1,5 millones de veces la energía liberada durante la erupción volcánica Hunga Tonga-Hunga Ha'apai en 2022, o 25 mil millones de veces la energía liberada por la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima, Japón, en 1945.
Cargar el océano con todo ese calor tiene innumerables consecuencias. He aquí un vistazo a sólo algunas.
La temporada de huracanes del Atlántico de este año puede ser hiperactiva
Los huracanes se alimentan del vapor de agua y el calor de la superficie del Océano Atlántico. Y en este momento, el Atlántico está muy caliente. Los investigadores pronostican una temporada de huracanes extremadamente activa.
El informe de perspectivas estacionales para 2024 elaborado por investigadores de la Universidad Estatal de Colorado en Fort Collins, publicado el 4 de abril, pronostica 23 tormentas con nombre para esta próxima temporada, de las cuales cinco serán huracanes importantes, es decir, de categoría 3 o superior. Cuando tormentas tan poderosas tocan tierra, pueden ser destructivas e incluso mortales. Y hay un 62 por ciento de posibilidades de que un gran huracán azote los Estados Unidos, señala el equipo de la CSU. Un informe de perspectivas más reciente elaborado por investigadores de la Universidad de Pensilvania, publicado el 24 de abril, pronostica alrededor de 33 tormentas con nombre esta temporada.
Imagen: Hacia el final de la temporada de huracanes en el Atlántico, la Estación Espacial Internacional orbita a unas 259 millas (417 kilómetros) sobre Trinidad y Tobago mientras el huracán Sam azota el Océano Atlántico en el otoño de 2021. (Crédito de la imagen: NASA)
La mayoría de los huracanes se forman en un tramo del Océano Atlántico entre el Mar Caribe y África occidental. Esta región es conocida como la principal región de desarrollo, o MDR, y las temperaturas de la superficie del mar han sido anormalmente altas. En este momento, están más de 1,5 grados Celsius por encima del promedio a largo plazo de finales de abril, que es de aproximadamente 25,5°C, según muestran datos de Coral Reef Watch de la NOAA.
Desde 1981, sólo ha habido 10 meses en los que la superficie de la MDR ha estado tan anormalmente cálida, dice West. "Ocho de esos meses, sin incluir aún abril de 2024, ocurrieron en el último año".
La probable aparición de La Niña, la contraparte de El Niño en la que aguas superficiales relativamente frías regresan a gran parte del Pacífico tropical, también está contribuyendo a la pronosticada actividad de huracanes. Esto se debe a que durante La Niña se vuelven más débiles los vientos sobre el Atlántico que destrozan los huracanes en desarrollo. Al 11 de abril, la NOAA informa que existe un 80 por ciento de posibilidades de que La Niña surja entre agosto y octubre, alrededor del pico de la temporada de huracanes.
"Basta con que un huracán toque tierra para que se convierta en una temporada activa", recuerda a los residentes costeros el informe de la CSU. "Se deben hacer minuciosos preparativos cada temporada, independientemente de la actividad prevista". La NOAA publicará su propio pronóstico de huracanes estacionales tempranos a finales de mayo.
Los corales están sufriendo un blanqueamiento masivo
Los sofocantes mares están resultando peligrosos para los corales del mundo, estructuras vivas que sustentan aproximadamente el 25 por ciento de todas las especies marinas conocidas. Cuando se estresan por el aumento de las temperaturas, los corales expulsan las vibrantes algas fotosintéticas que viven en sus tejidos y les proporcionan alimento, dejando al descubierto sus esqueletos blancos. Esta evacuación de algas se conoce como blanqueamiento y puede ser fatal para los corales.
Imagen: Cuando los corales sufren estrés por calor, expulsan las algas microscópicas que viven dentro de sus tejidos, dejando al descubierto sus esqueletos blancos.
Desde principios de 2023, el blanqueamiento de corales se ha generalizado tanto que la NOAA ha confirmado que se trata de un evento de blanqueamiento de corales global, el cuarto evento de este tipo desde que se descubrió el blanqueamiento masivo en la década de 1980. "Desde febrero de 2023 hasta abril de 2024, se ha documentado un importante blanqueamiento de corales en los hemisferios norte y sur de cada cuenca oceánica importante", dijo el ecólogo de arrecifes de coral de la NOAA Derek Manzello en College Park, Maryland, en un comunicado publicado el 15 de abril.
En última instancia, la cifra de muertes de corales a causa de este blanqueamiento es algo que no sabremos hasta meses o años después de que termine el evento, dice la ecóloga marina Carly Kenkel de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles. "Pero puedo decir que este es el peor blanqueamiento que jamás hayamos visto en el Caribe, y ciertamente también se ve así en la Gran Barrera de Coral".
El hielo marino de la Antártida sigue alcanzando nuevos mínimos
El Océano Austral ha absorbido casi tanto calor debido al cambio climático provocado por el hombre como los océanos Atlántico, Pacífico e Índico juntos. Esto se debe en parte a que los fuertes vientos que circulan sobre el Océano Austral atraen continuamente a su superficie aguas frías que absorben el calor. Y durante el último año, al hielo marino de la Antártida le ha respondido terriblemente bien.
Retiro del hielo marino
La extensión del hielo marino antártico fluctúa a lo largo del año, alcanzando normalmente su extensión más baja en febrero o marzo y creciendo hasta su extensión más amplia en septiembre. En febrero pasado, el hielo marino alcanzó su segunda extensión mínima más baja registrada, empatando efectivamente con febrero de 2022, y en septiembre pasado se registró la extensión máxima más baja registrada.
Fuente: Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo • Visualización: C. Crockett
En un mes de febrero típico, el hielo marino de la Antártida se reduce a un mínimo anual de aproximadamente 3 millones de kilómetros cuadrados, según datos del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo en Boulder, Colorado. En febrero de este año, se redujo a sólo 2 millones de kilómetros cuadrados, empatando la segunda extensión mínima anual más baja jamás registrada. Y apenas cinco meses antes de eso, en septiembre de 2023, el hielo alcanzó una insignificante extensión máxima anual de unos 17 millones de kilómetros cuadrados, un nuevo mínimo histórico.
El calentamiento de los océanos y los cambios en la circulación atmosférica fueron probablemente los principales factores que impulsaron estos mínimos, dice la climatóloga Monica Ionita del Centro Helmholtz de Investigación Polar y Marina del Instituto Alfred Wegner (AWI) en Bremerhaven, Alemania. "Hacía demasiado calor encima del hielo y demasiado calor abajo".
Hasta aproximadamente 2015, el hielo marino de la Antártida era más o menos estable a largo plazo, contrariamente a las predicciones de los modelos climáticos. Las temperaturas subsuperficiales en el Océano Austral comenzaron a aumentar en esa época, y desde entonces ha habido tres veranos antárticos durante los cuales el hielo marino alcanzó mínimos históricos. Como resultado, algunos investigadores han sugerido que el calentamiento del Océano Austral ha ayudado a empujar el hielo marino de la Antártida a un nuevo y disminuido estado.
Estadísticamente, parece haber ocurrido o al menos comenzado un cambio, dice Ionita, aunque tener sólo cuatro décadas de datos satelitales hace que sea difícil decirlo con certeza.
En el otro lado del planeta, la extensión del hielo marino del Ártico ha disminuido constantemente en aproximadamente un 12 por ciento cada década. Pero el hielo marino del Ártico no ha alcanzado mínimos históricos en los últimos años. Esto podría deberse a que ya se ha asentado en un nuevo nivel bajo, donde, al menos por ahora, ya no puede batir récord tras récord, especula Ionita. Si se está produciendo una transición similar en la Antártida, la disminución del hielo marino podría finalmente estabilizarse allí, aunque sólo sea momentáneamente, añade. "Tendremos que ver".
En cuándo dejarán de batir récords las temperaturas de la superficie del mar, los científicos siguen sin estar seguros. La salida de El Niño y la aparición de La Niña pueden ayudar a reducir las temperaturas de la superficie del mar, dice López, a medida que las aguas frías de la superficie barren el Pacífico tropical.
Sin embargo, durante La Niña más reciente, que se extendió de 2020 a 2023, se produjeron temperaturas récord en la superficie del mar. Lo que eso demuestra, dice West, es que "incluso si tenemos un área relativamente más fría en el Pacífico ecuatorial, eso no significa necesariamente que dejemos de batir récords en todas partes".
