Históricas oleadas de icebergs ofrecen información sobre el moderno cambio climático
El destino de la Corriente del Golfo se decidirá mediante un "tira y afloja" entre dos tipos de derretimiento de la capa de hielo de Groenlandia, sugiere un nuevo estudio.
A lo largo de la última edad de hielo, hace entre 16.800 y 60.000 años, flotas de icebergs se lanzaron desde la costa de América del Norte, lo que provocó que las vitales corrientes oceánicas se debilitaran drásticamente.
Ahora, los investigadores han descubierto que, a pesar de que las tasas actuales de desprendimiento de icebergs de la capa de hielo de Groenlandia son tan altas como lo fueron durante algunos de estos pasados eventos, la escorrentía de las costas de Groenlandia puede detener esta alteración.
"Existe un tira y afloja entre la descarga de hielo más efectiva pero desacelerada y la escorrentía acelerada menos efectiva", dijo el autor principal Yuxin Zhou, investigador postdoctoral de la Universidad de California en Santa Bárbara. "Esas son las dos influencias que más nos preocupan".
La Circulación de vuelco meridional del Atlántico (AMOC, por sus singlas en inglés), que incluye la Corriente del Golfo, gobierna el clima al llevar nutrientes, oxígeno y calor de las aguas tropicales al norte y de agua fría al sur. La corriente puede existir en dos estados estables: uno más fuerte y rápido del que dependemos hoy, y otro que es mucho más lento y débil.
Imagen: Una animación simplificada de la "cinta transportadora" global AMOC, con las corrientes superficiales mostradas en rojo y las de aguas profundas en azul. (Crédito de la imagen: Estudio de visualización científica del Centro de vuelos espaciales Goddard/NASA)
El cambio climático está frenando este flujo al enviar agua dulce desde la capa de hielo derretida de Groenlandia para hacer el agua menos densa y menos salada. Esto ha llevado a un número creciente de estudios que sugieren que la corriente se está desacelerando e incluso podría estar virando hacia el colapso.
La descarga de icebergs de la capa de hielo Laurentide, que cubrió la mayor parte de América del Norte durante la última Edad de Hielo, se conoce como eventos de Heinrich. La causa actual de este derretimiento es el cambio climático, pero durante el último máximo glacial probablemente fue el resultado de una mezcla del calentamiento del océano y el peso del hielo acumulado en la capa.
Esto provocó que los icebergs se deslizaran hacia el mar y que el agua dulce cayera en cascada desde la plataforma, lo que provocó que la AMOC se debilitara drásticamente en unos pocos cientos de años.
Para evaluar si los icebergs desprendidos de Groenlandia podrían desencadenar un colapso de la AMOC en la actualidad, Zhou y sus colegas estudiaron las capas de sedimentos depositadas por pasados eventos Heinrich. Los investigadores se centraron en el torio-230, una forma del elemento radiactivo que se produce en el agua de mar a un ritmo constante. Esto significa que sus concentraciones se diluyen de manera detectable con el agua dulce de deshielo de los icebergs.
Al comparar sus resultados con la salida de hielo prevista desde Groenlandia, los investigadores encontraron que el actual cambio climático (desde la Revolución Industrial) era comparable a un evento de Heinrich de "rango medio".
Imagen derecha: El derretimiento de Groenlandia y América del Norte debilitó significativamente la AMOC durante el último período glacial. Todo el sistema está impulsado por formaciones de aguas profundas justo al norte de Europa.
Pero existen diferencias clave entre entonces y ahora. Durante la última edad de hielo, la desaceleración de la AMOC comenzó antes de que los icebergs comenzaran a desprenderse. Y, a pesar de tener más variabilidad de lo que se pensaba anteriormente, la AMOC se encuentra actualmente en un "estado bastante saludable" sin una desaceleración significativa, dijo Zhou.
Zhou dijo que los cambios que estamos viendo hoy se rigen por la relación entre el desprendimiento de icebergs y el agua dulce que se derrite directamente desde la plataforma. Los icebergs son el factor más importante en esta desaceleración, mientras que la escorrentía juega un papel secundario. Pero si bien el derretimiento causa cierta desaceleración, también desacelera la producción de icebergs, creando el tira y afloja cuya interacción decidirá el futuro de la AMOC.
Pero si se considera que la AMOC comienza hoy desde una posición más fuerte que en la antigüedad, eso podría ser una razón para un cauteloso optimismo, dijo Zhou.
"Esto quedará cada vez más claro en el futuro a medida que se publiquen más estudios", afirmó Zhou. "Pero sí creo que, en el corto plazo, antes de 2100, nuestro estudio dice que la AMOC probablemente no se debilitará gravemente".
Sin embargo, los investigadores señalaron que su estudio no tiene en cuenta otros efectos del calentamiento del océano y el Ártico. Esto significa que otros científicos del clima han advertido contra la aplicación acrítica de los supuestos de la investigación hasta el día de hoy.
"Un gran problema es que la forma en que se comportó (y respondió al agua de deshielo) la AMOC durante la última Edad de Hielo probablemente sea muy diferente a la actual", dijo David Thornalley, profesor de ciencias oceánicas y climáticas en el University College de Londres. "El sistema climático océano-atmósfera se comporta de manera diferente si hay enormes capas de hielo en América del Norte y el agua de deshielo ingresa al océano en diferentes lugares".
Estas diferencias, cuando se combinan con estudios recientes que sugieren que la AMOC ya se ha debilitado e incluso podría estar acercándose a un punto de inflexión, podrían resultar cruciales, dijo Thornalley.
"Hay muchas cosas que aún debemos resolver para tener confianza en el comportamiento futuro de la AMOC: qué tan buenos son nuestros modelos; con qué facilidad se puede desestabilizar la AMOC moderna; [y] podría haber sorpresas inesperadas, buenas o malas", dijo Thornalley. "Pero hay suficientes razones para estar preocupados por la AMOC, y deberíamos aplicar el principio de precaución: realmente no queremos ver de primera mano los impactos climáticos de un colapso de la AMOC. Es sólo uno de los muchos impactos climáticos que deberíamos hacer todo lo posible para evitar".
Los investigadores publicaron sus hallazgos el 30 de mayo en la revista Science: Heinrich event ice discharge and the fate of the Atlantic Meridional Overturning Circulation