El océano Atlántico Norte sufrió una ola de calor que duró 525 días en total
Las olas de calor no solo empeoran en tierra firme, sino que la mayoría de los océanos del mundo también están experimentando temperaturas récord. Estas olas de calor marinas son cada vez más largas, más intensas y alcanzan mayores distancias que nunca.
En particular, las olas de calor marinas de 2023 exhibieron la mayor duración, las mayores extensiones y las mayores intensidades registradas, y las de 2024 no fueron mejores.
Si bien los humanos pueden sentir de forma más directa el impacto de las olas de calor terrestres, estas olas de calor también están afectando las actividades humanas de forma alarmante. Las olas de calor alteran los ecosistemas marinos, provocando el blanqueamiento de los corales, migraciones masivas y la extinción de diversas especies marinas. Esto conduce a una menor disponibilidad de recursos marinos y, en última instancia, a pérdidas económicas y de empleo en muchas industrias que dependen del mar.
Si bien para muchos científicos está claro que las olas de calor marinas están aumentando en gravedad y frecuencia, aún son un tanto misteriosos sus mecanismos y causas. Para mitigar las amenazas asociadas al continuo deterioro de las condiciones oceánicas y encontrar estrategias de adaptación a estos cambios, es crucial comprender mejor estos factores. También es importante comprender cómo se vinculan las olas de calor marinas con otros cambios climáticos y cuáles podrían ser sus futuras implicaciones.
Un grupo de científicos utilizó datos satelitales para determinar por qué ocurren estas severas olas de calor. Recopilaron y analizaron datos del conjunto de datos derivados por satélite ECCO2 (Estimación de la circulación y el clima del océano, fase II) y de la temperatura óptima de la superficie del mar por interpolación (OISST) y analizaron los patrones de calentamiento en el océano Atlántico Norte, el océano Pacífico oriental tropical, el océano Pacífico norte y el océano Pacífico sudoccidental alrededor de Nueva Zelanda.
Imagen: Anomalía de la temperatura superficial del mar (TSM) del 24 de julio de 2023. Los datos muestran una anomalía de hasta +5,5 °C en las costas de Italia, Grecia y el norte de África. Crédito: Unión Europea, Servicio Marino Copernicus
Descubrieron que el 96% de las superficies oceánicas del mundo experimentaron condiciones de olas de calor, en comparación con un promedio histórico (1982-2022) del 73,7%. La temperatura marina media fue 1,3 °C superior a la normal en 2023, en comparación con el promedio de 0,98 °C superior a la normal. También descubrieron que la duración media de las olas de calor había aumentado hasta 120 días, cuadruplicando el promedio histórico.
Sin embargo, algunas zonas regionales experimentaron temperaturas y duraciones aún más extremas. El océano Atlántico Norte sufrió una ola de calor que duró 525 días en total, con temperaturas que en ocasiones superaron los 3 °C de lo normal. Las condiciones en el Pacífico Sudoccidental contribuyeron al ciclón Gabrielle, un ciclón tropical que causó estragos en partes de Nueva Zelanda. En el Pacífico Oriental Tropical, las temperaturas alcanzaron un máximo de 1,63 °C por encima de lo normal y la ola de calor marina se produjo simultáneamente con un fenómeno de tipo El Niño.
Los investigadores identificaron algunos de los mecanismos que, según creen, contribuyeron a este aumento de las ondas de choque de alta intensidad (MHW), con diferencias en cada región. En el Atlántico Norte, descubrieron que un aumento de la radiación de onda corta contribuyó al calentamiento de la superficie del océano. Descubrieron que la menor cobertura de nubes debido a la disminución de los vientos y a una capa mixta más superficial de lo normal (la capa superior del océano, donde las propiedades del agua son más uniformes) probablemente era la culpable.
Imagen: Anomalía de temperatura superficial de Copernicus Marine GLO12 promediada durante los 7 días anteriores al 5 de septiembre de 2023. Fuente: Copernicus Marine Service / Mercator Ocean International.
El suroeste del Pacífico también experimentó una reducción de la cobertura de nubes, así como un aumento de la advección, lo que contribuyó a que el calor se extendiera casi 1.000 metros más profundamente en el océano. Los factores desencadenantes en el Pacífico Norte incluyeron el aumento de la radiación de onda corta y la reducción de la pérdida de calor latente debido a cambios en la nubosidad y las condiciones atmosféricas. Por último, el Pacífico Oriental Tropical sufrió un aumento de la advección y cambios provocados por El Niño.
Los autores señalan que el inicio de una fase de El Niño fue fundamental para el calentamiento de las aguas superficiales en el Pacífico Oriental Tropical, debido al debilitamiento de los vientos alisios y la supresión del afloramiento de aguas más frías.
Dado que cada año parece agravarse el impacto del cambio climático, es cada vez más importante comprender los cambios que se producen. Al igual que con muchos otros aspectos del cambio climático, una mejor comprensión de las olas de calor marinas puede conducir a mejores soluciones para abordarlos.
Los autores del estudio temen que los recientes cambios puedan ser un presagio de eventos aún más extremos. Afirman: "Las extraordinarias olas de calor marinas de 2023 podrían representar un importante cambio en las condiciones oceánicas y atmosféricas, lo que podría indicar una señal temprana de un punto de inflexión en el sistema climático terrestre".
La investigación fue publicada ayer en Science: Record-breaking 2023 marine heatwaves
