Las mariposas marinas muestran signos de acidificación

pterópodo

Las consecuencias de un pH sólo un poco más bajo (ácido)

Así es, los seres humanos estamos haciendo los océanos más ácidos. Alrededor de una cuarta parte del dióxido de carbono que se vierte en la atmósfera ha sido y es absorbido por los océanos. A medida que se disuelve más dióxido de carbono en el agua de mar, esta se hace ligeramente más ácida. Con esto no quiero decir que el océano vaya a quemar tu piel la próxima vez que te bañes en una playa. No, los océanos han pasado de ser ligeramente alcalinos a un poco menos alcalinos.

Cuando se mide la acidez y alcalinidad en números, se utiliza la escala de pH, que va de 0 a 14. Algo muy ácido, como el ácido del estómago tiene un pH de 1, mientras que algo muy alcalino como la lejía tiene un pH de 13. El agua destilada es neutra (ni ácida ni alcalina) y tiene un pH de 7.

Hace ciento cincuenta años los océanos tenían un pH de 8,2, pero ahora tienen un pH de 8,1 (un poco más hacia el extremo ácido de la escala de pH). Pero, te oigo murmurar, ¿seguramente una ligera deriva de 0,1 hacia la escala ácida no tendría ningún efecto en los océanos?

Bueno, resulta que lo hace. Cuando el dióxido de carbono se disuelve en agua se convierte en ácido carbónico, el cual se descompone en bicarbonato y un protón. Un cambio de 0,1 en el pH oceánico en realidad significa un aumento del 30 por ciento en el número de protones.

Limanicina helicinaAquí tenemos un problema, ya que a estos protones extra les gusta combinarse con iones de carbonato convirtiéndolos así en bicarbonato. El resultado es que la adición de dióxido de carbono al agua de mar reduce drásticamente la cantidad de carbonato que se encuentra disponible para criaturas marinas que lo utilizan para hacer sus esqueletos y conchas de carbonato de calcio. Estas criaturas son corales, plancton, algas coralinas, mejillones, erizos de mar, krill y pterópodos.

Hasta hace poco realmente no se creía que tener un menor número de iones de carbonato afectaría a las criaturas del mar durante un siglo o más. Por desgracia, estábamos equivocados.

A finales de noviembre de 2012, se informó que a una criatura marina en particular se le estaba disolviendo su caparazón por el aumento de la acidez de los océanos. Es el pterópodo - un caracol marino que nada libremente y que se mueve como una mariposa gracias a sus alas. Vive durante dos años o más y crece para tener una concha alrededor de 1 centímetro de diámetro.

Abajo, en la Antártida, es la principal criatura marina que utiliza el carbonato de calcio. De hecho, en todo el planeta, estas mariposas del mar representan alrededor del 12 por ciento del flujo total de carbonato de nuestro planeta.

En el Pacífico Norte, los pterópodos pueden sumar hasta el 60 por ciento de la dieta del salmón rosa juvenil. Pero fue en el otro extremo del mundo, en la Antártida, un poco más allá de la frontera sur del Océano Atlántico, donde los científicos encontraron esos tipos de cambios en las conchas de los caracoles marinos. El océano ácido disuelve su caparazón. Una capa llamada la capa prismática estaba a veces completamente disuelta y desaparecida, mientras que las capas más profundas fueron expuestas parcialmente con el aumento de la porosidad de la matriz - la concha en general era muy frágil debido a la disolución por el océano más ácido.

Ahora, ¿por qué pasó esto primero en el frío antártico? La respuesta es que los cambios químicos que conducen a la falta de disponibilidad de carbonato de calcio son más extremos a bajas temperaturas. Así que los arrecifes de coral están a salvo por un tiempo, aunque los científicos han estado viendo menos calcificación en diferentes arrecifes de coral. Un problema es que alrededor de una cuarta parte de todo el pescado consumido por millones de personas en Asia proviene de los arrecifes de coral. Otro problema es que la acidificación influiye en la dinámica bioquímica de muchos otros elementos (por ejemplo, hierro, fósforo, zinc, vanadio, cromo y así sucesivamente) que son esenciales en la red vital del océano.

Supongamos que seguimos haciendo lo de siempre, continuar vertiendo dióxido de carbono a la atmósfera hasta el final del siglo XXI. En este escenario, se proyecta que los océanos se pondrán más ácidos, y añadirán otros 0,3 o 0,4 puntos en la escala de pH.

Tal vez esta pequeña mariposa marina es como el canario que los antiguos mineros utilizaban para llevar bajo tierra y advertirles cuando el aire era malo. El problema es que cuando el canario empezaba a piar los mineros de entonces podía correr de nuevo hacia arriba fuera de la mina ganando la seguridad. En nuestro caso, si mueren nuestras mariposas marinas, ¿hacia dónde correremos nosotros?

Etiquetas: ConchaCaracolMariposaMarinaAcidificación

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