Peces tropicales se desplazan hacia el norte debido al cambio climático
Un gran pez que varó este fin de semana frente al norte de la isla de Vancouver, Canadá, es sólo una de varias especies tropicales que están migrando hacia el norte.
El pez luna es un amable gigante que puede llegar a pesar hasta 2.300 kilos y medir más de 4 metros de largo.
"Son muy dóciles", dijo el doctor Richard Dewey de Ocean Networks Canada. "A veces se quedan en la superficie durante horas. De hecho, he visto una gaviota sobre un pez luna mientras se asoleaba en la superficie".
Los peces luna son criaturas tropicales que buscan calor y sin embargo uno fue descubierto la semana pasada cerca de Bella Bella. El domingo, un farero descubrió uno muerto varado en la punta norte de la isla de Vancouver.
Ellos están aquí porque su rango de agua caliente se está expandiendo hacia el norte.
La piscina de agua tibia en la que habitan - que los científicos han bautizado como "la burbuja" - ha ido creciendo en el Golfo de Alaska debido a que los dos últimos inviernos han sido demasiado suaves para producir las típicas grandes tormentas de viento necesarias para dispersarla.
"Ahora estamos hablando de aguas que tienen 16, 17, 18 grados y que están típicamente a 13 o 14 grados", dijo Dewey.
Los peces luna no son la única especie que se aprovecha de la situación.
"Hay una gran variedad de especies que se encuentran por los pescadores en estas condiciones cálidas", dijo Dewey. "El calamar de Humboldt es uno. Ellos son un gran, gran depredador".
Con hasta seis pies de largo (casi dos metros), el agresivo calamar caza normalmente en aguas de México, pero han sido vistos en la cosa oeste de la isla de Vancouver. Grandes cardúmenes de caballa también podrían significar malas noticias para muchas especies locales.
"Estas especies de aguas cálidas pueden comer los mismos alimentos", dijo Dewey. "El salmón Chinook que está regresando ahora, quieren alimentarse de arenque, caballa, pero esta también se alimentan de arenques".
La caballa y los calamares de Humboldt también se alimentan de juveniles de salmón y es una situación que Dewey considera preocupante y profundamente fascinante.
"Usted tiene la creencia sobre los efectos que pueden no ser sostenibles para el medio ambiente o el hábitat o el pescado, por lo que está preocupado por eso, pero como científico siempre estás emocionado cuando sucede algo realmente extraordinario", dijo Dewey.
