El cambio climático presenta una desafío a la estabilidad a largo plazo de las tortugas
El aumento de las temperaturas globales pueden sesgar el desequilibrio de género entre la población de tortugas marinas, según una nueva investigación de la Universidad del Estado de Florida.
La profesora adjunta de oceanografía Mariana Fuentes, de la Universidad del Estado de Florida, y un equipo de investigadores brasileños han estado examinando tortugas bobas brasileñas [también conocidas como tortuga caguama, cayume, o cabezona (Caretta caretta)] para ver cómo afecta a esa especie el aumento de temperaturas.
El sexo de las crías se ve influenciado por la temperatura de incubación y temperaturas más altas producen un mayor número de crías hembras.
Los investigadores creen que el aumento de la temperatura provocará un desequilibrio de género en las poblaciones de tortugas marinas y están tratando de identificar las mejores prácticas para proteger la especie.
"Nos preocupa que vamos a tener una feminización de las tortugas marinas", dijo Fuentes. "Este estudio surgió de la necesidad de comprender la razón del sexo actual que se produce en zonas de anidación de tortuga boba para establecer parámetros de referencia a medida que avanza el cambio climático y la identificación de las playas que producen una mayor proporción de machos".
Fuentes y su equipo estaban tratando específicamente de identificar playas que producen un mayor número de tortugas macho, para poder obtener una visión más amplia de las áreas en las que los desequilibrios ya se estaban produciendo.
En el norte de Brasil se observó un excepcionalmente fuerte sesgo femenino en todas las áreas de anidación utilizadas por las tortugas bobas - un 94 por ciento. Sin embargo, los científicos también fueron capaces de identificar las playas de anidación en el sur de Brasil que producían una mayor proporción de crías macho - el 47 por ciento - lo cual es esencial para sostener la población.
"Es preocupante que tengamos un sesgo extremo de género", dijo Fuentes. "Cualquier cambio en la estructura de la población puede tener repercusiones reales".
La investigación se publica en el Journal of Experimental Marine Biology and Ecology.
El sexo de las crías de tortugas marinas está influenciado por la temperatura, con temperaturas óptimas para incubar comprendidas entre 75,2 a 93,2 grados Fahrenheit. Pero las temperaturas por debajo de 85,1 grados tienden a producir más tortugas machos y las temperaturas por encima de esa marca generalmente producen más tortugas hembras.
Los científicos examinaron 25 años de datos de 21 playas de anidación a lo largo de la costa de Brasil, cerca de 373 millas de áreas de anidación, por lo que es el más completo de su clase.
A pesar de que Fuentes y su equipo se centraron en Brasil, los resultados son aplicables a otras regiones ya que todas las tortugas tienen la determinación del sexo dependiente de la temperatura. Fuentes tiene previsto ampliar la investigación en Florida el año que viene examinando la estructura de género de la tortuga boba en el Panhandle.
Ella también estará trabajando con conservacionistas y funcionarios del gobierno de Brasil para desarrollar estrategias para proteger a la población y garantizar que el desequilibrio no afecta negativamente a la especie.
Artículo científico: Identification of loggerhead male producing beaches in the south Atlantic: Implications for conservation