Los cocolitos se depositan en el fondo del océano y forman un barro blanco similar a los acantilados blancos de Dover
La aparición de floraciones blancas de plancton al este de Nueva Zelanda sugiere que el océano está respondiendo al cambio climático, según un estudio de científicos de la Universidad Victoria en Wellington.
Como parte del estudio de su master Bella Duncan investigó cocolitóforos, un alga de color blanco con cáscaras conocidas como cocolitos.
En condiciones favorables cálidas estas algas crecen rápidamente y cambian la superficie del mar a un color blanco lechoso, un fenómeno natural del océano conocido como floración (bloom en inglés).
Observaciones realizadas desde satélites y buques muestran que las floraciones de cocolitos se mueven al sur cuando el océano se calienta y se vuelve menos turbulento, similar a la forma en que lo hizo hace unos 130.000 años, cuando se produjo el último mayor período de calentamiento.
"Nuestros resultados muestran que durante ese último período de calentamiento, cuando el océano era aproximadamente uno a dos grados más cálido que ahora, los sedimentos en el lecho marino se componen principalmente de cocolitos", dice la Sra. Duncan.
Los cocolitos se depositan en el fondo del océano y forman un barro blanco similar a los acantilados blancos de Dover, un icónico paisaje natural en el Reino Unido, que también se formó durante un anterior período de calentamiento hace 70 millones de años.
"El mismo proceso parece estar sucediendo ahora, lo que sugiere que el océano en Nueva Zelanda está respondiendo a la actual fase de calentamiento global. Esto también es una tendencia que se ha observado cada vez más en otras partes del mundo", dice el profesor Lionel Carter del Centro de Investigación Antártico de Victoria, quien co-supervisó la investigación.
"Si bien aún no se han evaluado las consecuencias de este cambio en las poblaciones de peces, por la absorción de dióxido de carbono y la salud general del océano, es evidente que el cambio está en marcha".
Para llevar a cabo esta investigación, el equipo examinó núcleos de sedimentos de aguas subantárticas en la gran meseta de Campbell al sur de Nueva Zelanda.
Con estas muestras, la Sra. Duncan utilizó un método basado en láser para determinar la presencia de cocolitos.
"En un núcleo de dos metros de la deposición de sedimentos que tiene 200.000 años de antiguedad se tomaron muestras a intervalos frecuentes, regularmente espaciados hacia abajo de los núcleos para obtener una idea de la producción de cocolitos en el pasado", dice ella.
El estudio, publicado este mes en la revista internacional Global and Planetary Change, es parte de un proyecto de investigación más amplio que usa los registros de los cambios ambientales marinos durante últimos cambios extremos cálidos del clima para evaluar posibles respuestas del medio ambiente como consecuencia del moderno calentamiento global.
Artículo científico: Interglacial/glacial changes in coccolith-rich deposition in the SW Pacific Ocean: An analogue for a warmer world?