Instan los científicos en medio de la crisis climática: Hazlo ahora o más tarde, con resultados mucho, mucho peores
Se espera que en los próximos 30 años hasta mil millones de personas sean expulsadas de sus hogares por las sequías, inundaciones, incendios y hambrunas asociadas con el cambio climático fuera de control, y todos tienen que ir a algún lado. Este masivo éxodo global puede producirse de dos maneras: o será un caótico desastre que castigará a los pobres del mundo, o puede ser un camino hacia un mundo más justo y sostenible.
En un nuevo documento de política, publicado el 22 de agosto en la revista Science, un trío de científicos ambientales argumenta que la única forma de evitar el primer escenario es comenzar a planificar ahora el inevitable "éxodo" de las ciudades costeras.
"Ante el calentamiento global, la subida del nivel del mar y los extremos relacionados con el clima que se intensifican, la cuestión ya no es si algunas comunidades se retirarán, sacando a las personas y los activos del peligro, sino por qué, dónde, cuándo y cómo se retirarán", escribieron los autores del artículo.
En lugar de lidiar con estas migraciones forzadas de forma reactiva, desastre por desastre (como lo hacen ahora muchas evacuaciones de emergencia), los investigadores proponen adoptar un enfoque del problema "administrado y estratégico", estableciendo ahora políticas e infraestructura para ayudar lo antes posible a los refugiados climáticos a la transición a nuevos hogares y fuera de peligro.
Los pasos para lograr esta tarea van desde el sentido común, por ejemplo, limitar el desarrollo de propiedades en áreas de riesgo (como las ciudades costeras) y, en cambio, invertir en la creación de viviendas asequibles en comunidades interiores más seguras, hasta lo increíblemente complejo. Por ejemplo, los autores quieren construir una infraestructura que mantenga el patrimonio cultural de las comunidades marginadas que terminan teniendo que abandonar sus hogares ancestrales.
"La retirada puede exacerbar los errores históricos si se reubican o destruyen las comunidades históricamente marginadas", escribieron los investigadores. "Las conversaciones sobre quién debería pagar la retirada casi seguramente necesitarán abordar las razones por las cuales ciertas comunidades se encuentran en riesgo".
De hecho, escribieron los investigadores, la retirada podría ser una oportunidad para revitalizar las comunidades y redistribuir la riqueza de una manera más sostenible. Por ejemplo, podría ser una oportunidad para poner fin a las prácticas inmobiliarias que incentivan la vida en zonas de riesgo.
La retirada también podría ser una oportunidad para subsidiar nuevas escuelas, hospitales y viviendas asequibles en regiones del interior más seguras en lugar de realizar mejoras tardías en las áreas de riesgo, como construir nuevos y caros diques para proteger a las comunidades que ya han sido golpeadas por severas tormentas y abandonadas antes.
"Una propuesta para Bangladesh sugiere invertir en una docena de ciudades para proporcionar infraestructura junto con oportunidades educativas y de empleo para alejar a generaciones sucesivas de personas de las costas bajas", escribieron los autores. "La retirada no es un objetivo en sí mismo, sino un medio para contribuir a los objetivos sociales".
Si bien la evacuación generalizada de las comunidades propensas al clima puede no ocurrir durante una década o más, la única forma de prepararse para este desafío global sin precedentes es comenzar a planificar ahora. Salir de casa nunca es fácil; sin embargo, con suficiente investigación, inversión y pensamiento estratégico, no es necesario que sea un desastre.
Artículo científico: The case for strategic and managed climate retreat