Los peces podrían exhibir una "atracción fatal" hacia depredadores en niveles de CO2 y pH que podrían ocurrir en 2100

Un estudio publicado en la revista especializada Ecology Letters, y dirigido por Danielle Dixson, de la Universidad James Cook, en Queensland, Australia, advierte que la acidificación de los océanos pueden causar que los peces se vuelvan incapaces de "oler el peligro" y se acerquen fatalmente a sus depredadores.
Un grupo de investigadores australianos que estudian los efectos de la acidificación -provocada por la disolución de CO2 en el mar- en los arrecifes coralinos hallaron que ésta "pone en riesgo" la supervivencia de los peces.
Ponen de ejemplo a peces payaso (Amphiprion percula) criados en aguas con alto nivel de acidificación se acercaban en lugar de alejarse de las señales químicas liberadas por peces depredadores.
La doctora Dixson y sus colegas hicieron pruebas con larva de peces payaso naranja que crecieron en agua con el mismo nivel de pH que su hábitat en arrecifes de coral oceánicos y los compararon con peces que crecieron en agua más acidificada.
El grupo puso a los peces dentro de una "cámara de flujo" con dos fuentes de agua corriendo en paralelo. Una fuente de agua fue tomada de tanques en los que había depredadores naturales del pez payaso, y la otra fue extraída de tanques en los que no nadaba ningún pez depredador. "Las corrientes de agua son idénticas, de forma que el agua no se mezcla", explicó Dixson. "Esto le permite al pez que se encuentra en la cámara elegir en cuál de los flujos prefiere nadar o cuál no le gusta".

Pero, dijo Dixson, los peces que fueron criados en aguas más acídicas se vieron fuertemente atraídos a ambos flujos.
Los investigadores dicen que su estudio demuestra que los peces "podrían exhibir una atracción fatal hacia depredadores en niveles de CO2 y pH que podrían ocurrir en nuestros océanos en 2100 dentro de un escenario en el que no cambie la actual tasa de emisiones contaminantes en el mundo".
Estudios anteriores han mostrado que los peces utilizan su sentido del olor para evitar ser comidos durante lo que se conoce como el proceso de establecimiento. Esto es cuando la larva recién incubada encuentra un lugar adecuado y seguro para vivir.
En esta etapa juvenil y frágil, apuntan los investigadores, "la habilidad para detectar y evitar a los depredadores es uno de los más importantes mecanimos para asegurar la supervivencia".
"La acidificación de los océanos tiene el potencial de convertirse en un problema extendido y no se sabe bien cuántos organismos y ecosistemas podrán lidiar con el decremento en pH", dijo Dixson a la BBC:
"Este estudio muestra que la acidificación de los océanos podría llevar a un incremento en la mortalidad de las larvas".

Iglesias es jefe de la Unidad Académica Puerto Morelos, Instituto de Ciencias del Mar y Limnología, de la Universidad Autónoma de México.
Según el experto la actividad humana ha coadyuvado a incrementar la cantidad de CO2 en la atmósfera y parte de ese gas que está en la atmósfera se disuelve en el océano.
Algunos datos sobre el PH y la acidificación de los océanos
Cerca de la mitad del CO2 liberado por la quema de combustibles fósiles en los últimos 200 años ha sido absorbido por los océanosEl pH de los océanos ha caído en un 0,14 de unidad
El pH de los océanos se había mantenido estable durante cerca de medio millón de años, a 8,2
La gran mayoría de los líquidos tienen un pH que va de 0 (muy ácido) a 14 (muy alcalino). El agua destilada tiene un pH de 7, que es neutral
El pH mide la cantidad de iones de hidrógeno
El pH es una escala logarítmica, así que los números indican grandes variaciones (Un cambio de una unidad de pH significa un incremento de 10 veces)
La acidez de los océanos ya ha aumentado un 32% desde tiempos preindustriales y se proyecta que para 2100 habrá subido hasta un 130%
Fuente: BBC Mundo