La liberación más temprana de larvas que son empujadas a aguas más cálidas por las corrientes oceánicas
Paradójicamente, el calentamiento del océano está conduciendo a los invertebrados que habitan en el fondo, incluidas las vieiras, los mejillones azules, las almejas y las chirlas mercenarias (quahogs) que son valiosos para la industria de los mariscos, hacia aguas más cálidas y amenazando su supervivencia, muestra un estudio dirigido por Rutgers.
En un nuevo estudio publicado en la revista Nature Climate Change, los investigadores identifican una causa de las migraciones de especies "en sentido contrario": cambios inducidos por el calentamiento en sus tiempos de desove, lo que resulta en la liberación más temprana de larvas que son empujadas a aguas más cálidas por las corrientes oceánicas.
Los investigadores estudiaron seis décadas de datos sobre 50 especies de invertebrados que habitan en el fondo y encontraron que alrededor del 80 por ciento ha desaparecido del Georges Bank y la plataforma exterior entre la península de Delmarva y Cape Cod, incluso frente a la costa de Nueva Jersey.
Muchas especies de peces responden al calentamiento del océano migrando a aguas más frías. Pero los migradores "en sentido contrario", que incluyen mariscos, caracoles, estrellas de mar, gusanos y otros, comparten algunos rasgos cruciales. Como larvas, son débiles nadadores y dependen de las corrientes oceánicas para su transporte. De adultos, tienden a permanecer en el lugar, sedentarios o fijos al fondo marino.
Los investigadores encontraron que el calentamiento del océano ha provocado que estas criaturas desoven más temprano en la primavera o el verano, exponiendo sus larvas a patrones de viento y corrientes de agua que no experimentarían durante la temporada normal de desove. Como resultado, las larvas son empujadas hacia el suroeste y tierra adentro, donde las aguas son más cálidas y es menos probable que sobrevivan. Los adultos permanecen en esas áreas y quedan atrapados en un circuito de retroalimentación en el que incluso las aguas más cálidas conducen a tiempos de desove aún más tempranos y una mayor reducción de sus áreas ocupadas.
Los investigadores compararon este fenómeno con eventos de "ascensores a la extinción" en los que el aumento de las temperaturas hace que las aves y las mariposas suban ladera hasta que se eliminen de las áreas que alguna vez habitaron. Sin embargo, el efecto sobre los invertebrados que habitan en el fondo es más insidioso porque estas criaturas podrían prosperar potencialmente en regiones más frías, pero las corrientes primaverales anteriores evitan que las larvas que nadan débilmente lleguen a ese refugio.
Los investigadores notaron que estos efectos están influenciados por patrones localizados de viento y corriente. Se necesita más investigación para determinar si los efectos son similares en la costa del Pacífico de EE. UU. o en otras áreas oceánicas.
Artículo científico: Wrong-way migrations of benthic species driven by ocean warming and larval transport