Las muestras de agua en alta mar muestran concentraciones de algas letalmente altas
El gobernador de Florida hizo esta semana oficial lo que los residentes del suroeste de Florida ya sabían: la proliferación de algas tóxicas que ha oscurecido las aguas del golfo es una emergencia. La marea roja ha dificultado la respiración de los lugareños, ahuyentado a los turistas y esparcido en populares playas hediondos cadáveres de peces, anguilas, marsopas, tortugas, manatíes y un tiburón ballena de 26 pies.