Las actuales evaluaciones del flujo desde los ríos están sobrestimadas en dos o tres órdenes de magnitud
Los plásticos son un creciente problema para los ecosistemas naturales de todo el mundo y, en particular, para nuestros entornos marinos y de agua dulce. Los ríos son la principal fuente de contaminación plástica, ya que se ha estimado que anualmente transportan varios millones de toneladas métricas de plástico a nuestros océanos debido a la mala gestión de las basuras terrestres.
El problema es que las estimaciones realizadas para los plásticos que fluyen de los ríos son decenas a cientos de veces más altas que la cantidad de plásticos que flotan en la superficie del océano. Entonces, ¿adónde va realmente todo este plástico derivado de los ríos? ¿Falta un "sumidero" de plástico en algún lugar del océano? ¿Son correctas las estimaciones?
En un artículo publicado ayer en Science, la Dra. Lisa Weiss y sus colegas del Centro de Educación e Investigación en Ambientes Mediterráneos (CEFREM), un laboratorio de investigación conjunto entre la Universidad de Perpignan (UPVD) y el Centro Nacional Francés de Investigación Científica (CNRS), y un equipo de investigadores de varias instituciones de investigación en Francia y la Universidad de Barcelona en España demuestran que las actuales evaluaciones del flujo de los ríos están sobrestimadas en dos o tres órdenes de magnitud con respecto a estimaciones anteriores.
Esto explicaría por qué un gran volumen de microplásticos parece desaparecer en un misterioso 'sumidero de plástico' en el océano.
Sin embargo, estos hallazgos no sugieren que los plásticos sean un problema menor de lo que se pensaba anteriormente. De hecho, a través de sus análisis, los investigadores encontraron que los plásticos permanecen en la superficie del océano mucho más tiempo de lo estimado previamente, lo que agrava aún más los efectos de la contaminación plástica en los sistemas naturales.
El misterioso sumidero de plástico del océano
Los ríos son la principal fuente de descarga de plástico en los océanos. Según las evaluaciones actuales, la reserva flotante de microplásticos en la superficie del océano, de decenas a cientos de toneladas métricas, es solo una pequeña fracción de los millones de toneladas métricas que cada año descargan los ríos. Este desigual equilibrio ha sustentado la hipótesis del 'sumidero de plástico' según la cual la cantidad de microplásticos en el 'sumidero de plástico' más los plásticos en la superficie serían iguales a los que presuntamente vierten los ríos al mar.
Según la autora principal del estudio, la Dra. Lisa Weiss, del laboratorio CEFREM de la Universidad de Perpignan, "Los datos in situ que tenemos ahora para los microplásticos en los ríos, en comparación con los primeros estudios de modelos empíricos, nos permitieron reunir una robusta base de datos que luego pudimos analizar para obtener una estimación más confiable de la cantidad de microplásticos que se descargan de los ríos en el mar. Este proceso reveló varios errores metodológicos importantes en anteriores estimaciones de flujo. Cuando luego corregimos estos errores, encontramos que las estimaciones del flujo fluvial global son dos o tres órdenes de magnitud menos de lo que se pensaba anteriormente. Además, descubrimos que el tiempo medio de residencia de los microplásticos en la superficie de los océanos en realidad puede ser de unos pocos años en lugar de solo varios días, como se había estimado anteriormente".
"Ahora podemos confirmar que ha terminado la búsqueda del 'sumidero de plástico' perdido, ya que los plásticos faltantes se han encontrado mediante la corrección de la estimación del flujo de los ríos", afirma el profesor Miquel Canals, jefe del Grupo de Investigación Consolidado sobre Geociencias Marinas de la Universidad de Barcelona y uno de los coautores del estudio.
El nuevo estudio identifica los principales errores metodológicos que llevaron a evaluaciones inexactas de los flujos y la masa general de microplásticos vertidos por los ríos al mar a escala mundial. En particular, se cometieron errores debido a una sobreestimación sistemática del peso medio de las partículas de microplásticos en las muestras de los ríos; de la integración de datos incompatibles que se obtuvieron a través de diferentes técnicas de muestreo; y de evaluaciones basadas en la relación entre los flujos de microplásticos y el índice MPW (residuos plásticos mal gestionados).
Una lucha sin fronteras para preservar los océanos de nuestro planeta
Las basuras marinas no se preocupan por las fronteras y han llegado a los rincones más remotos de nuestros océanos y mares. Según el Dr. Wolfgang Ludwig, director del laboratorio CEFREM y coautor del estudio, "la única forma en que vamos a tener la oportunidad de ganar la lucha contra la contaminación microplástica será apuntar a las fuentes donde se generan los residuos microplásticos. Necesitamos actuar a nivel humano. Necesitamos cambiar nuestros hábitos de consumo, gestionar mejor nuestros residuos y tenemos que hacerlo a escala global".
"Nuestro estudio muestra que la contaminación por microplásticos marinos no solo proviene de países en desarrollo, con poca o ninguna gestión de desechos, como podría pensarse, sino que también proviene de países con sistemas de gestión de desechos bien establecidos. Si hoy pudiésemos detener la descarga de microplásticos de los ríos al mar, la cantidad de partículas flotantes y sus efectos dañinos sobre los ecosistemas marinos persistirían al menos durante varios años más", afirma el Dr. Ludwig.
Los impactos de los plásticos en el medio marino es un campo emergente de investigación científica que ha generado un gran número de publicaciones científicas en los últimos años. Aún así, apenas hemos comenzado a comprender cómo circulan los plásticos en los océanos. Hay muchas clases de tamaño de plásticos, compartimentos oceánicos y procesos de transferencia de tierra a mar para los que se necesitan con urgencia más investigaciones para evaluar adecuadamente los tamaños de las existencias y los flujos de intercambio entre compartimentos.
De cara al futuro, necesitaremos la mejor ciencia disponible si queremos tener la oportunidad de ganar la batalla contra la contaminación plástica. Para ello, la comunidad científica debe trabajar unida para superar la inercia del pasado, corregir errores y trabajar con protocolos y directrices comunes a fin de proporcionar el mejor asesoramiento posible en la toma de decisiones necesario para proteger nuestros océanos y mares.
Artículo científico: The missing ocean plastic sink: Gone with the rivers
Fotos de arriba de: Philippe Kerhervé, CRG Marine Geosciences UB, Mel Constant y Philippe Kerhervé