Ensayos de laboratorio muestran que la cafeína tiene una variedad de efectos negativos en las especies marinas
Ya sea tomando un capuchino o una bebida energética, la gente recurre a la cafeína como el estimulante más popular del mundo.
Lo que estos devotos tal vez no aprecien es que la cafeína pasa a través del cuerpo humano, descarga por el inodoro y se abre camino a través de las plantas de tratamiento de aguas residuales y hacia el océano, con resultados potencialmente preocupantes.
"Exponer los organismos marinos a la cafeína plantea preocupaciones muy importantes", dice Luís Vieira, autor principal de un nuevo estudio que resume la investigación global sobre la cafeína en las aguas marinas.
Vieira realizó el estudio como ecotoxicólogo adicto a la cafeína en la Universidad de Aveiro en Portugal. "Soy culpable: dos o tres cafés por día", dice. "Nada de Red Bull".
La contaminación marina es un campo ampliamente estudiado, que incluye la investigación del impacto de los productos farmacéuticos y los plásticos. La cafeína, una sustancia psicoactiva natural que afecta la función mental, ha recibido relativamente poca atención, pero puede afectar la vida marina de varias maneras. La cafeína se ha encontrado en una amplia gama de peces salvajes, desde el biddy plateado común del Mar Rojo de Arabia Saudita hasta el bonito rayado de Sudáfrica.
En estudios de laboratorio, los investigadores han expuesto vida marina como algas, almejas, mejillones, gusanos, erizos y pequeños crustáceos a niveles de cafeína consistentes con los registrados en el océano. Sus experimentos mostraron impactos negativos relacionados con la reproducción y el desarrollo, el crecimiento, la actividad metabólica y el daño celular.
Se necesita investigación adicional para ver si los resultados de laboratorio se repiten en el océano, dice Vieira, y para determinar cómo la cafeína puede reaccionar con otros contaminantes.
Según el estudio, se excreta un promedio estimado del cinco por ciento de la cafeína que consumen los humanos. La cafeína no es tan persistente en el medio ambiente como otros contaminantes como las dioxinas y los PCB, pero tiene una vida media reportada en el agua del océano de 100 a 240 días.
"Debido a que lo liberamos o lo excretamos constantemente, las especies acuáticas en el entorno receptor están expuestas a perpetuidad", dice Peter Ross, investigador de contaminación del agua de la Raincoast Conservation Foundation en la Columbia Británica.
Se espera que los niveles de cafeína sean más altos en los estuarios, así como en las zonas urbanas y muy turísticas. Las zonas marinas costeras que son poco profundas o presentan un flujo de marea deficiente también están en mayor riesgo.
Cuanto mayor sea el nivel de tratamiento de residuos, mayor será la posibilidad de eliminar la cafeína. Siendo realistas, esa es la mejor apuesta de la sociedad para reducir la cantidad que ingresa a nuestros océanos.
Nadie se atreve a desafiar la sed insaciable de cafeína del público.
"A la gente le encanta el café, el té y las bebidas gaseosas con cafeína", dice Ross, que no participó en el estudio. "Te encontrarás con una reacción social".
El estudio se publicó en la revista Chemosphere: Caffeine as a contaminant of concern: A review on concentrations and impacts in marine coastal systems
