Están desovando de uno a tres días más cerca de la luna llena
La contaminación lumínica causada por las ciudades costeras puede engañar a los arrecifes de coral para que se reproduzcan fuera de los momentos óptimos en los que normalmente se reproducirían, según ha descubierto un nuevo estudio.
Los eventos de desove transmitidos por el coral, en los que los ciclos lunares desencadenan la liberación de huevos en ciertas noches del año, son fundamentales para el mantenimiento y la recuperación de los arrecifes después del blanqueamiento masivo y otros eventos similares.
Sin embargo, utilizando una combinación de datos de contaminación lumínica y observaciones de desove, los investigadores pudieron demostrar por primera vez que los corales expuestos a luz artificial nocturna (ALAN, por sus singlas en inglés) están desovando uno o tres días más cerca de la luna llena en comparación con los corales en arrecifes sin iluminación.
El desove en diferentes noches podría reducir la probabilidad de que los huevos de coral sean fertilizados y sobrevivan para producir nuevos corales adultos que ayuden a los arrecifes a recuperarse después de eventos de blanqueamiento y otras perturbaciones.
La investigación es la última que se lleva a cabo como parte del proyecto Impactos de la Luz Artificial en los Ecosistemas Costeros (ALICE, por sus singlas en inglés).
Se basa en una investigación publicada en diciembre de 2021 que trazó un mapa de las áreas del océano más afectadas por la contaminación lumínica.
Ese estudio encontró que a una profundidad de un metro, están expuestos a ALAN 1,9 millones de kilómetros cuadrados de océano costero biológicamente importante (alrededor del 3,1% de las Zonas Económicas Exclusivas globales).
Para el nuevo estudio, los investigadores combinaron esos datos con un conjunto de datos global de 2.135 observaciones de desove de coral del siglo XXI.
Esto les permitió demostrar que ALAN posiblemente está acelerando los factores desencadenantes del desove al crear un período percibido de iluminación mínima entre la puesta del sol y la salida de la luna en las noches posteriores a la luna llena.
Imagen: Arrecifes de coral en el Golfo de Eilat/Aqaba en el extremo norte del Mar Rojo (Crédito: Shachaf Ben-Ezra)
El Dr. Thomas Davies, profesor de conservación marina en la Universidad de Plymouth, es el autor principal del estudio y también investigador principal del proyecto ALICE. "Los corales son fundamentales para la salud de los océanos del mundo, pero la actividad humana los daña cada vez más. Este estudio muestra que no son solo los cambios en el océano los que los están afectando, sino el desarrollo continuo de las ciudades costeras a medida que tratamos de acomodar a la creciente población global", dice Davies.
"Si queremos mitigar el daño que esto está causando, tal vez podríamos buscar retrasar el encendido de la iluminación nocturna en las regiones costeras para garantizar que permanezca intacto el período de oscuridad natural entre la puesta del sol y la salida de la luna que desencadena el desove. Eso plantearía potencialmente una serie de problemas económicos y de seguridad, pero es algo que potencialmente debemos considerar para garantizar que nuestros arrecifes de coral tengan la mejor oportunidad de supervivencia".
El Dr. Tim Smyth, director científico de biogeoquímica marina y observaciones en el Laboratorio Marino de Plymouth y autor principal del estudio, agregó: "Este estudio enfatiza aún más la importancia de la contaminación lumínica artificial como factor estresante de los ecosistemas costeros y marinos, y los impactos en varios aspectos de la biodiversidad solo ahora se están descubriendo y cuantificando. Un primer paso crítico en ese camino fue posible con nuestro atlas global de contaminación lumínica en el agua que destacó por primera vez la verdadera magnitud del problema, que hasta ahora había pasado desapercibido".
Imagen: Los arrecifes de coral en el Mar Rojo, como este en el Golfo de Eilat/Aqaba, y el Golfo Pérsico se ven particularmente afectados por la contaminación lumínica. Crédito: Sahchaf Ben Ezra
El estudio analizó las regiones costeras de todo el mundo, pero los arrecifes de coral en el Mar Rojo y el Golfo Pérsico se ven particularmente afectados por la contaminación lumínica.
Son áreas donde las costas se han desarrollado mucho en los últimos años y donde los arrecifes de coral están cerca de la costa y en particular riesgo.
El coautor, el profesor Oren Levy, que dirige el Laboratorio de Ecología Marina Molecular en la Universidad Bar-Ilan en Israel, agregó: "El Mar Rojo y el Golfo de Eilat/Aqaba se ven muy afectados por la luz artificial nocturna (ALAN) debido a la urbanización y la proximidad de los arrecifes a la costa. A pesar de los desafíos que plantea ALAN, los corales del golfo de Eilat/Aqaba son conocidos por su tolerancia térmica y su capacidad para soportar altas temperaturas. Sin embargo, una alteración en el momento del desove de los corales con las fases lunares puede provocar una disminución de los nuevos corales reclutados y una reducción de la población de corales".
"Es crucial que tomemos medidas inmediatas para reducir el impacto de ALAN en estos frágiles ecosistemas marinos. Al implementar medidas para limitar la contaminación lumínica, podemos proteger estos hábitats vitales y salvaguardar el futuro de los océanos del mundo. Es nuestra responsabilidad asegurarnos de preservar la biodiversidad de nuestro planeta y mantener un entorno saludable y sostenible para las generaciones venideras".
El estudio ha sido publicado en Nature Communications: Global disruption of coral broadcast spawning associated with artificial light at night
