La contaminación plástica en los lagos del mundo puede ser peor que en los océanos
Un estudio pionero en el mundo descubrió que las concentraciones de plásticos en algunos lagos son más altas que en las partes más contaminadas de los océanos, lo que demuestra hasta qué punto los plásticos han invadido los ecosistemas de la Tierra.
En un estudio publicado ayer, los investigadores tomaron muestras de 38 lagos y embalses de todo el mundo, incluso en Australia, Estados Unidos, Reino Unido y Europa. Se encontraron plásticos y microplásticos en todos los sitios, incluso en lugares muy remotos.
Los lagos son centinelas de la actividad humana. Muchos lagos ya están sufriendo problemas como la proliferación de algas, la desoxigenación, la sobreextracción y el secado. La contaminación plástica agrega otra amenaza a estos ecosistemas altamente estresados.
Imagen: Los lagos son centinelas de la actividad humana. Juan karita
El problema de los plásticos
Después que los plásticos ingresan al medio ambiente, generalmente se rompen y se vuelven cada vez más pequeños. Eventualmente se convierten en microplásticos, definidos como partículas de menos de 5 mm de tamaño.
El plástico tarda décadas en desaparecer. Puede dañar la vida marina y acuática y contaminar el agua utilizada por los humanos.
Los plásticos se pueden arrastrar a los lagos desde las áreas terrestres adyacentes. El agua del lago puede reposar durante mucho tiempo sin ser drenada, lo que permite que se acumulen los plásticos. Todavía no sabemos mucho sobre si los microplásticos son absorbidos por organismos que se alimentan por filtración, como almejas, mejillones y zooplancton, y cómo afectan los plásticos la cadena alimentaria.
"Las basuras plásticas están muy extendidas en los ecosistemas de agua dulce. Pero gran parte de la atención se ha centrado en los ecosistemas marinos, y el conocimiento del alcance del problema en lagos y embalses se ha visto obstaculizado por la falta de datos apropiados. Nuestra investigación se propuso cerrar esta brecha", dice David Hamilton, director del Instituto Australiano de Ríos, Universidad Griffith.
Imagen: Los microplásticos se definen como partículas de menos de 5 mm de tamaño. Universidad de Queensland
Lo que encontraron
Un equipo global de científicos examinó la abundancia y el tipo de basuras plásticas en los ecosistemas de agua dulce. Tomaron muestras de aguas superficiales en 38 lagos y embalses en 23 países (principalmente en el hemisferio norte) y seis continentes.
Es importante destacar que utilizaron un método estandarizado de recolección y análisis, incluidas redes de plancton muy finas para tomar muestras de las basuras plásticas. Estos pasos permitieron comparaciones entre lagos.
En términos generales, encontraron basuras plásticas en todos los lagos estudiados. La mayoría de los plásticos estaban en el rango de tamaño de microplástico. Sin embargo, las concentraciones variaron ampliamente.
Unos 21 lagos tenían concentraciones bajas, por debajo de una partícula por metro cúbico (m³). Del resto, 14 lagos tenían concentraciones entre una y cinco partículas por m³ y tres lagos tenían concentraciones superiores a cinco partículas por m³.
El lago Forest en Brisbane fue el sitio de estudio australiano. Es un popular lago urbano utilizado por muchas personas para la recreación. Este lago tenía tres partículas de plástico por metro cúbico, lo que lo ubica en el sexto lugar entre los 38 lagos muestreados.
Los tres lagos más contaminados fueron, por orden, el lago de Lugano (Suiza, Italia), el lago Maggiore (Italia) y el lago Tahoe (EE. UU.).
En cada uno de estos lagos, las concentraciones de plástico alcanzaron o superaron las de los "parches de basura flotantes", áreas marinas que acumulan grandes cantidades de desechos, como el Gran Parche de Basura del Pacífico. Anteriormente se pensaba que estas áreas oceánicas eran los peores casos de contaminación plástica en ambientes acuáticos.
Estos tres lagos contaminados, así como el Lough Neagh en Irlanda del Norte, muy contaminado, también son importantes fuentes de agua potable para las comunidades locales.
¿De dónde viene el plástico?
La segunda parte del estudio buscó identificar los factores del paisaje que afectan la abundancia y el tipo de desechos plásticos.
Más del 90% de las partículas de plástico pertenecían a dos categorías de formas: fibras y fragmentos. Incluso se encontraron fibras textiles en lagos y embalses en áreas remotas con limitada presencia humana, como Avery Lake en el estado estadounidense de Michigan.
El análisis indicó que dos tipos de lagos son particularmente vulnerables a la contaminación plástica: aquellos en áreas altamente urbanizadas y pobladas, y aquellos con una gran superficie.
El color más común de las partículas de plástico fue el negro (30%), seguido del transparente (24%), el azul (18%) y el blanco (13%). Las bajas concentraciones de partículas en colores brillantes, como el rojo, sugieren que estos plásticos más visibles pueden haber sido confundidos por organismos acuáticos e ingeridos como alimentos.
Imagen: Un equipo de clasificación de basuras plásticas recogidas en 2019 del Gran Parche de Basura del Pacífico. The Ocean Cleanup
Entonces, ¿Qué sigue?
Los ambientes marinos generalmente se consideran el lugar de descanso final de las basuras plásticas. Esta investigación confirma, sin embargo, que las concentraciones de plástico en los ecosistemas de agua dulce pueden ser más altas que las de los océanos.
Los resultados indican que los lagos juegan un importante papel en el ciclo global del plástico. Esto apunta a una necesidad urgente de desarrollar políticas de gestión para reducir la contaminación plástica en los lagos de agua dulce. Esto, a su vez, ayudará a evitar que los plásticos ingresen a las vías fluviales y terminen en los sistemas marinos.
No sabemos cuántos desechos plásticos terminan en los suministros de agua. Los investigadores sugieren que se aborde esta brecha lo antes posible, y que el daño ecológico causado por los microplásticos se convierta en una prioridad mundial de gestión e investigación.
El estudio también subraya la urgente necesidad de un monitoreo sistemático y coordinado de la contaminación plástica.
Lamentablemente, parece que ningún lago puede considerarse verdaderamente "prístino" con respecto a la contaminación plástica. Esta investigación sirve como otro desafortunado recordatorio de la indeleble huella de la humanidad en la naturaleza.
La investigación ha sido publicada en Nature: Plastic debris in lakes and reservoirs