Todas las especies acuáticas de las desembocaduras de los ríos están contaminadas por microplásticos

microplásticos en la playa del Trabucador
Residuos microplásticos en la playa del Trabucador en el Delta del Ebro (España). Crédito: Michael Grelaud/ ICTA-UAB

Los moluscos son los más afectados por su capacidad de filtrar el agua

Todas las especies acuáticas de las desembocaduras de los ríos que desembocan en el mar Mediterráneo y el océano Atlántico están contaminadas con microplásticos, siendo los moluscos los más afectados por su capacidad de filtrar el agua.

Los ríos son una de las principales fuentes de contaminación por microplásticos (de 5 a 0,0001 mm de tamaño) y nanoplásticos (de menos de 0,0001 mm) en los océanos.

Los estuarios, como zonas de transición entre los ríos y el mar, son importantes focos de acumulación de estas partículas, que quedan retenidas en los sedimentos. Representan una amenaza para los ecosistemas acuáticos dada su capacidad para capturar del entorno circundante sustancias químicas nocivas, ingresar a la red alimentaria a través de la ingestión y bioacumularse hacia niveles tróficos más altos, incluidas especies valiosas comerciales.

Estas son las principales conclusiones del proyecto internacional "i-plastic" en el que participa el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universitat Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB), y que ha analizado la presencia de micro y nanoplásticos en los estuarios y sus costas adyacentes.

Los hallazgos del proyecto muestran que de las especies de bivalvos analizadas, el 85% de los mejillones y el 53% de las ostras habían ingerido microplásticos. Los peces marinos dependientes de los estuarios (mújol, mojarra plateada y mojarra brasileña) se vieron afectados en un 75%, mientras que en las regiones costeras influenciadas por el flujo estuarino, el 86% de la merluza europea y el 85% de la langosta noruega contenían en sus intestinos microplásticos o microfibras sintéticas.

Los científicos explican que la contaminación por nanoplásticos puede ser incluso más grave que los microplásticos y suponer un mayor riesgo para los organismos acuáticos, ya que pueden atravesar la membrana celular y dañar en mayor medida a las especies que viven en ambientes estuarinos y marinos, como se detectó en el caso de los mejillones.

desembocadura de un río

"La contaminación es omnipresente en los estuarios y sus costas adyacentes, en el Mediterráneo y en las zonas tropicales y templadas", afirma Patrizia Ziveri, oceanógrafa del ICTA-UAB y coordinadora del proyecto, quien señala que la cantidad de partículas acumuladas en los sedimentos ha aumentado en las últimas décadas al mismo ritmo que la producción mundial de plástico, y que desde el año 2000 se han triplicado las partículas depositadas en el fondo marino.

Esta contaminación representa una amenaza global para los sistemas de arrecifes de coral en todas las profundidades, provocando una reducción en el crecimiento de los arrecifes de coral.

La contaminación es particularmente alta cerca de los centros urbanos y de los desagües de las plantas de tratamiento de aguas residuales, desde donde las microfibras, el tipo más común de microbasura, se vierten a los estuarios. Una vez atrapadas en el fondo marino, las partículas no se degradan por falta de erosión, oxígeno y luz.

"Los plásticos de los años 60 aún permanecen en el fondo marino, dejando la huella de la contaminación humana", afirma Michael Grelaud, oceanógrafo del ICTA-UAB y coordinador de este proyecto, en el que han participado universidades de Italia, Portugal, Brasil y España.

Las partículas que no se depositan en el fondo marino pueden ser transportadas por las corrientes oceánicas y las mareas cientos de kilómetros en tan solo unos meses. "Un microplástico procedente del estuario del Ebro, en el noroeste del Mediterráneo, puede llegar a Sicilia, en Italia, en seis meses", afirma Ziveri.

Los investigadores enfatizan que la biorremediación (el uso de organismos vivos para eliminar contaminantes del agua) es una de las pocas opciones viables disponibles para reducir la contaminación por microplásticos en ambientes marinos costeros. Los experimentos de laboratorio demostraron que diferentes especies de comunidades de filtradores eliminaron casi el 90% de los microplásticos de las aguas circundantes.

Más información: 10 datos sobre microplásticos y nanoplásticos en entornos estuarinos [PDF]

Etiquetas: MicroplásticoDesembocaduraRío

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