La presencia de contaminantes en el agua afecta a la forma en que se abren las conchas
Los moluscos que se alimentan por filtración reaccionan a la contaminación del agua de una manera muy detectable y medible. Teniendo esto en cuenta, los científicos han creado un sistema comercial de monitoreo de la calidad del agua que utiliza como sensores moluscos vivos mejorados electrónicamente.
Las ostras, los mejillones, las vieiras y las almejas se alimentan filtrando el plancton del agua. Y para ello tienen que abrir sus conchas. Sin embargo, la presencia de contaminantes en el agua afecta a la forma en que se abren. Ahí es donde entra en juego el sistema molluSCAN-eye.
La tecnología es el resultado de un estudio realizado en 2006 por científicos del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Francia y de la Universidad de Burdeos. Desde entonces, la comercializa la empresa derivada molluSCAN. Así es como funciona...
Cada unidad molluSCAN-eye incorpora un conjunto enjaulado de 16 moluscos filtradores nativos de la región. Se coloca en el agua del lugar que se está monitoreando. Ese sitio podría ser un puerto de embarque, un punto de desagüe, una plataforma petrolera o prácticamente cualquier otra cosa.
Cada uno de los moluscos tiene dos pequeños electroimanes pegados a cada lado de su concha: un imán en el borde de un lado y otro imán en el borde del otro, de modo que se juntan cuando la concha está cerrada. Por lo tanto, cuanto más abierta esté la concha, más débil será la señal que reciben los imanes entre sí.
Imagen: Según se informa, los electroimanes son lo suficientemente ligeros como para no afectar el comportamiento natural de los moluscos. molluSCAN
A medida que el animal se alimenta a lo largo del día, los electroimanes pueden medir factores como la duración, el ancho máximo, la velocidad de cierre y el número total de aperturas de la concha.
Estos datos se transmiten a un módulo electrónico estanco cableado adyacente, donde son procesados por una microcomputadora basada en Linux. Entre otras cosas, el comportamiento de apertura de la concha es un indicador de los ritmos biológicos de los moluscos, su crecimiento diario, sus ciclos de puesta de huevos, su agitación diaria y otros factores que se ven afectados en distintos grados por los contaminantes.
Los datos procesados se transmiten a su vez a otro módulo de superficie conectado por cable, que los transmite a un servidor en la nube. Al acceder a ese servidor a través de su teléfono inteligente o tableta, los clientes pueden ver una evaluación en tiempo real de la calidad del agua en su ubicación.
Imagen: Una unidad molluSCAN-eye está lista para su despliegue. molluSCAN
Según molluSCAN, la tecnología de valvulometría de alta frecuencia no invasiva (HFNI) que utiliza el sistema es entre 10 y 100 veces más sensible que los sensores de calidad del agua tradicionales en el sitio, además de ser mucho menos costosa. Además, una vez instalado, requiere muy poco mantenimiento, ya que los moluscos se limpian continuamente.
En la actualidad, hay aproximadamente 90 sistemas molluSCAN-eye en uso en clientes de todo el mundo. Una versión nueva y mejorada de este sistema recibió recientemente un premio a la innovación CES 2025.