Las corrientes oceánicas transportaron el metano a 23 áreas marinas protegidas
El metano procedente de los gasoductos Nord Stream destruidos se ha extendido por gran parte del sur del mar Báltico y se ha mantenido allí durante varios meses, según un estudio de investigadores de la Universidad de Gotemburgo y de la fundación de investigación Voice of the Ocean.
Los resultados del estudio se publican junto con otros dos estudios que han mapeado el impacto de las emisiones de Nord Stream en la atmósfera.
Gran parte del gas metano procedente de la fuga de Nord Stream ascendió directamente a la superficie del mar y a la atmósfera, pero una parte permaneció bajo la superficie y fue dispersada por las corrientes oceánicas.
"Los resultados de nuestras mediciones muestran que el metano se ha extendido a grandes zonas del sur del mar Báltico, desde la costa de Zelanda danesa en el oeste hasta el golfo polaco de Gdansk en el este", afirma Martin Mohrmann, investigador de Voice of the Ocean, VOTO.
Imagen: Mapa de la concentración máxima de metano en el sur del Báltico. Crédito: Martin Mohrmann/VOTO
Mediciones de alta resolución
La Fundación Voice of the Ocean desplegó un robot submarino, conocido como planeador (glider en inglés), justo fuera de la zona de exclusión que rodea las filtraciones. Este instrumento permitió a los investigadores medir las concentraciones de metano en un área extensa, desde la superficie hasta las profundidades.
Además, continuaron midiendo con el planeador durante tres meses después del derrame. Al final, habían recopilado las mediciones de mayor resolución de la zona inmediata a las fugas, lo que les dio una gran confianza en los resultados de su investigación.
"Para obtener las estimaciones más sólidas, combinamos las observaciones de los planeadores con las observaciones de superficie recogidas desde un ferry por nuestros colegas del instituto de investigación alemán IOW", explica Bastien Queste, oceanógrafo de la Universidad de Gotemburgo.
"Fue gratificante ver lo bien que coincidió con los resultados de la expedición del buque de investigación de la Universidad de Gotemburgo a la zona de la fuga de Nord Stream. Todo esto en conjunto nos hace sentir seguros de que tenemos una muy buena imagen de cómo se propagó el metano en el Mar Báltico, tanto a través del tiempo como del espacio".
Imagen: Un robot submarino, conocido como planeador, permitió a los investigadores medir las concentraciones de metano en las aguas que rodean el derrame del arroyo Nord. Crédito: Aleksandra Mazur/VOTO
1.000 veces superior a lo normal
En el período inicial posterior a la explosión del oleoducto a finales de septiembre de 2022, los niveles de metano en las aguas fueron en ocasiones 1.000 veces superiores a lo normal. En algunas zonas se midieron concentraciones anormales de metano varios meses después de la liberación, antes de que se diluyera, fuera consumido por bacterias o escapara a la atmósfera.
"Nuestros planeadores, junto con la modelización oceánica del sur del mar Báltico, nos han proporcionado una buena imagen de las zonas afectadas por el vertido. En total, calculamos que más del 14 por ciento de todo el mar Báltico estuvo expuesto a niveles de metano que eran al menos cinco veces superiores a los normales", afirma Martin Mohrmann.
Zonas marinas protegidas afectadas
Los investigadores de VOTO y de la Universidad de Gotemburgo han utilizado sus mediciones para crear un sólido modelo de cómo se dispersó el metano en el agua. Las corrientes oceánicas transportaron el metano a 23 áreas marinas protegidas.
"Ahora sabemos en qué zonas puede haber influido la emisión de metano. Será más fácil determinar si un problema futuro en los ecosistemas del mar Báltico, por ejemplo, está relacionado con la fuga del Nord Stream o no", afirma Bastien Queste.
Referencias:
• Martin Mohrmann et al, Nord Stream methane leaks spread across 14% of Baltic waters, Nature Communications (2025)
• Airborne observations reveal the fate of the methane from the Nord Stream pipelines, Nature Communications (2025)
• Methane emissions from the Nord Stream subsea pipeline leaks, Nature (2025)