La Didemnum vexillum es una ascidia invasora descubierta en las aguas de Alaska en junio de 2010
El vómito de roca, que crea un tipo de barrera entre los peces y su alimento, está causando problemas en todo el mundo
Por el título puede parecer el nombre de una banda de rock (juego de palabras de la frase en inglés "rock vomit"). Pero no, no es eso. Ni una sensación de nausea… ¿Tal vez una especie invasora que “infecta” las aguas de Alaska?
Las aguas del puerto de Whiting, cerca de Sitka en Alaska, tienen hielo esta mañana del final del invierno… pero a “ROVer” no le importa, ni siquiera el frío lo hace tiritar. El vehículo operado por control remoto o “ROV” (Remotely Operated Vehicle - imagen de la derecha-), de los Laboratorios de NOAA en la Bahía de Auke, está en una misión específica: encontrar “vómito de roca”.
Menos conocida como “Didemnum vexillum”, el vómito de roca es una ascidia invasora, descubierta en las aguas de Alaska en junio de 2010. Fue el primer episodio confirmado de esta tenaz especie en ese estado americano.
El “vómito de roca” es así llamado por su aspecto de “baba” y su tendencia a dispersarse sobre superficies duras, tales como muelles, cascos de barcos, conchas marinas y grandes rocas.
Se alimenta de pequeño plancton y material de plantas en descomposición, filtra el agua de mar y puede ser letal para otras criaturas (incluidas las especies de peces de importancia comercial).
“Es un organismo loco”, dice Linda Shaw, bióloga de los hábitat de Pesquerias de la NOAA. “Sofoca a otras criaturas al producir toxinas ácidas que a su vez evitan que crezca cualquier otra cosa sobre ellas. El vómito de roca crea un tipo de barrera entre los peces y su alimento. Está causando problemas en todo el mundo".
Si permitimos que se difunda el vómito de roca, podría representar una seria amenaza para las empresas de acuicultura en mar abierto de Alaska. La maricultura en Alaska (el cultivo de peces y plantas acuáticas en el mar abierto o estanques de agua salada y piscina), genera unos 500.000 dólares al año. Con un mayor desarrollo, se podrían obtener unos $ 100 millones de dólares anuales. La pesca comercial de fondo del estado de Alaska también puede perder mucho dinero.
Es por eso que las agencias estatales y federales están trabajando con otros actores para luchar contra esa masa babosa antes de que sea demasiado tarde para las aguas prístinas y productivas de Alaska.
Para comprender el alcance de la extensión del vomito de roca, los buzos del Departamento de Caza y Pesca de Alaska (ADF&G por sus siglas en inglés) han estado buceando, entre setiembre de 2010 y enero de 2011 en las aguas de Whiting.
Pero sólo se podía cubrir una parte del fondo marino: algunas zonas son demasiado profundas para los buceadores. Era el momento de jugar la mejor carta… A finales de febrero, el personal de Pesquerías de NOAA en la Región de Alaska y el Centro de Ciencias de la Pesca de Alaska decidieron utilizar a “ROVer” para completar el análisis.
“No podríamos haberlo hecho sin ROVer”, dijo Tammy Davis del programa sobre especies invasoras de ADF&G. “Gracias a este esfuerzo de cooperación con NOAA, los datos recogidos por el ROV complementarán a los obtenidos por ADF&G a través de los buzos. Así tendremos una imagen más completa de lo que realmente está sucediendo bajo la superficie".
Cuando el “vómito” es parte de un día de trabajo
Los “ojos” de la cámara de video del ROVer se iluminan –literalmente– cuando el sumergible desciende por debajo de la superficie del mar en busca del vómito de roca. En un buque de apoyo, cuatro científicos de la NOAA trabajan juntos y en forma exclusiva para hacer funcionar el ROV. Uno está a la cabeza, con el mando a distancia para dirigir los propulsores del ROVer, mientras que otro lo navega. Otro científico, con su laptop realiza el seguimiento del vehículo, en tanto que otro –especialista en especies invasoras– hace de guía de la caza.
ROVer está buscando alfombras de esa sustancia pegajosa color marrón que cubre el fondo del mar, las rocas o incluso las hojas de algas. El equipo del ROVer debe prestar mucha atención a lo que el explorador submarino destaca… ¿Quién sabe qué otros descubrimientos se podrían hacer?
Esperando el diagnóstico
La misión implica una gran cantidad de vídeo. Hoy en día, los investigadores están revisando las imágenes para determinar el alcance y la distribución de los vómitos de roca. Hasta ahora, los resultados preliminares son alentadores. “Podemos decir que no hay grandes infecciones fuera del puerto”, dijo Linda Shaw, la especialista en especies invasoras. “Pero hay algunas cosas que queremos revisar con mayor detenimiento cuando revisemos los videos. Una vez terminado el análisis, el siguiente paso será dado por los científicos de la NOAA, al trabajar con organizaciones asociadas, entre las que se cuentan la Universidad del Sudeste de Alaska, el Centro de Ciencias del Sonido de Sitka y AmeriCorps, para evaluar cómo se podría controlar — o erradicar por completo — el organismo invasor con ese desagradable nombre.
Enlaces:
U.S. Geological Survey (Didemnum in the News) | National Oceanic & Atmospheric Administration (NOAA)
University of Alaska Southeast | Sitka Sound Science Center