El gusano de la harina puede subsistir con una dieta de espuma de poliestireno
Cuando se trata de productos de desecho humanos y contaminantes, el plástico se lleva la corona. Hay muy pocas cosas en nuestro planeta que podamos utilizar para deshacernos del polímero. Se transforma en otras cosas pero no va a desaparecer sencillamente. Cuando agravamos la resistencia de este testarudo material con las grandes cantidades que volcamos en los océanos, se ve como una muy unilateral batalla que la naturaleza no puede ganar, a pesar de todos nuestros esfuerzos desesperados para aumentar el reciclaje y llevarlo lejos de los vertederos.
Pero ahora parece que la madre naturaleza aún tenía un as bajo la manga, y el reino no biodegradable del plástico está a punto de llegar a su fin, minado por el heroico apetito del gusano de la harina.
Investigadores de la Universidad de Stanford en Estados Unidos y la Universidad Beihang en China trabajaron juntos y encontraron que el estado larval del escarabajo oscuro - conocido como el gusano de la harina - puede procesar de forma segura e incluso subsistir con una dieta de espuma de poliestireno y otros poliestirenos gracias a que las bacterias en los intestinos de este gusano pueden biodegradar naturalmente el plástico durante el proceso digestivo. Esto podría significar el fin de los vertederos como los conocemos hoy en día, y finalmente podría darnos los medios para limpiar nuestros océanos del plástico acumulado en las últimas décadas.
"Nuestros resultados han abierto una nueva puerta para resolver el problema mundial de la contaminación del plástico", dijo en un comunicado el co-autor Wei-Min Wu, un ingeniero senior de investigación en el Departamento de Ingeniería Civil y Ambiental de la Universidad de Stanford.
Durante el estudio, 100 gusanos se comieron cada día de 34 a 39 miligramos de espuma de poliestireno, convirtiéndolo en dióxido de carbono y excrementos biodegradados. Ellos permanecieron sanos en una dieta de plástico y sus excrementos fueron probados seguros para su uso como cultivos del suelo.
Si bien la cantidad de plástico que tiramos cada día podría empequeñecer el apetito de los gusanos según consta en el estudio, son sólo el primer paso. Ahora que los científicos tienen un punto de partida, una mayor investigación podría permitirnos diseñar enzimas más poderosas para la degradación del plástico, incluso de los tipos que los gusanos de la harina no pueden procesar - tal como polipropileno, microesferas y bioplásticos.
Los investigadores también están buscando saber si puede existir un equivalente marino del gusano de la harina, ya que en la acutialidad cientos de miles de toneladas de plásticos en los océanos del mundo son una preocupación ambiental.
"Hay una posibilidad de que la investigación realmente importante salga de lugares extraños", dijo Craig Criddle, profesor de ingeniería civil y ambiental que supervisó la investigación. "A veces, la ciencia nos sorprende. Se trata de un choque".
Referencias:
Biodegradation and Mineralization of Polystyrene by Plastic-Eating Mealworms: Part 1. Chemical and Physical Characterization and Isotopic Tests
Biodegradation and Mineralization of Polystyrene by Plastic-Eating Mealworms: Part 2. Role of Gut Microorganisms