Los EE.UU. detonaron 67 artefactos nucleares en la zona entre los años 1946 a 1958
Un equipo de investigadores de la Universidad de Columbia en Nueva York ha encontrado que todas las Islas Marshall involucradas en los ensayos nucleares por parte de los EE.UU. son ahora habitables, excepto el atolón de Bikini. En su artículo publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, el equipo describe el razonamiento para sus pruebas, los métodos que utilizaron, sus resultados y lo que creen que se debe hacer en el futuro.
Como casi todo el mundo sabe, los Estados Unidos se embarcaron en un ambicioso programa de armas nucleares durante los últimos días de la Segunda Guerra Mundial. Las pruebas se realizaron en varios lugares, uno de los cuales fueron las Islas Marshall del norte. Los EE.UU. detonaron 67 artefactos nucleares en la zona entre los años 1946 a 1958.
Para preparar el sitio para las pruebas, los habitantes de las islas fueron trasladados a otras islas pero ahora, con el paso del tiempo, las personas y sus descendientes desear volver. Sin embargo, antes de que esto suceda, las islas afectadas deben ser consideradas seguras. Los investigadores de este nuevo estudio sostienen que el gobierno de las Islas Marshall se ha basado en información no actualizada. No se ha llevado a cabo durante las últimas décadas ningún análisis de radiación gamma en la tierra.
Para remediar esta situación, el equipo viajó a las Islas Marshall y llevó a cabo mediciones de las emisiones de rayos gamma en tres de los atolones más afectados por los ensayos nucleares, y compararon sus lecturas con una isla (el atolón de Majuro) lo suficientemente lejos de la zona de la explosión para ser utilizada como control, que mostró 13 milirems de radiación por año. Para mayores propósitos de ilustración, el equipo también tomó lecturas en el Central Park de Nueva York, que mostró 9 mrem/año.
Los investigadores informan que las lecturas en el Atolón Enewetak fueron de 7,6 mrem/año, y en Rongelap de 19.8 mrem/año, ambos de los cuales caen en la zona segura. Las lecturas sobre el atolón de Bikini, por otra parte, fueron 184 mrem/año, lo que no se considera terriblemente peligroso, pero que supera los niveles mínimos aceptables acordadas por los EE.UU. y el gobierno de las Islas Marshall, señalan también los investigadores.
Se deben hacer más estudios en el atolón de Bikini para determinar qué tipo de gente que viva en la isla podría estar expuesta a la exposición, por ejemplo, a través de los alimentos que coman, antes que pueda comenzar cualquier conversación de re-ocupación.
Artículo científico: Measurement of background gamma radiation in the northern Marshall Islands