Una enzima derivada de una bacteria limpia el suelo contaminado por productos derivados del petróleo de una manera simple, efectiva y respetuosa con el medio ambiente
Desde gasoductos hasta buques tanque, los derrames de petróleo y su impacto sobre el medio ambiente son motivo de preocupación. Estos desastres ocurren de manera regular, lo que lleva a complicados problemas de descontaminación que requieren enormes inversiones de tiempo y recursos.
Pero por muy extendido y grave que sea el daño, la solución podría ser microscópica: Alcanivorax borkumensis, una bacteria que se alimenta de hidrocarburos.
La profesora Satinder Kaur Brar y su equipo en el Institut National de la Recherche Scientifique (INRS) han realizado pruebas de laboratorio que muestran la efectividad de las enzimas producidas por la bacteria en la degradación de los productos derivados del petróleo en el suelo y el agua. Sus resultados ofrecen la esperanza de un método simple, efectivo y ecológico para descontaminar el agua y el suelo en los sitios petroleados.
En los últimos años los investigadores han secuenciado los genomas de miles de bacterias de diversas fuentes. El investigador asociado Dr.Tarek Rouissi indagó sobre "hojas de datos técnicos" de muchas cepas bacterianas con el objetivo de encontrar al candidato perfecto para un trabajo sucio: limpiar los derrames de petróleo. Se centró en las enzimas que producen y las condiciones en las que evolucionan.
A. borkumensis, una bacteria marina no patógena despertó su curiosidad. El genoma del microorganismo contiene los códigos de varias enzimas interesantes y se clasifica como "hidrocarbonolastica", es decir, como una bacteria que usa hidrocarburos como fuente de energía. A. borkumensis está presente en todos los océanos y se desplaza con las corrientes, multiplicándose rápidamente en áreas donde es alta la concentración de compuestos de petróleo, lo que explica parcialmente la degradación natural observada después de algunos derrames. Pero su potencial remediador no había sido evaluado.
"Tuve una corazonada", dijo Rouissi, "¡y la caracterización de las enzimas producidas por la bacteria parece haber demostrado que estoy en lo cierto!". A. borkumensis cuenta con un impresionante conjunto de herramientas: durante su evolución ha acumulado una gama de enzimas muy específicas que degradan casi todo lo que se encuentra en el petróleo. Entre estas enzimas, se destacan las bacterias hidroxilasas de las encontradas en otras especies: son mucho más efectivas, además de ser más versátiles y resistentes a las condiciones químicas, como lo prueba la coordinación de una estudiante de Ph.D., la Sra. Tayssir Kadri.
Para probar el limpiador microscópico, el equipo de investigación purificó algunas de las enzimas y las utilizó para tratar muestras de suelo contaminado. "La degradación de los hidrocarburos utilizando el extracto de enzima crudo es realmente alentador y alcanzó más del 80% para varios compuestos", dijo Brar. "El proceso es efectivo para eliminar el benceno, el tolueno y el xileno, y ha sido probado en diferentes condiciones para demostrar que es una forma poderosa de limpiar las tierras y los ambientes marinos contaminados".
Los próximos pasos para el equipo de Brar son obtener más información sobre cómo metabolizan estas bacterias los hidrocarburos y explorar su potencial para descontaminar los sitios. Una de las ventajas del enfoque desarrollado en el INRS es su aplicación en entornos de difícil acceso, que presentan un gran desafío durante los trabajos de limpieza de derrames de petróleo.
Artículo científico: Ex-situ biodegradation of petroleum hydrocarbons using Alcanivorax borkumensis enzymes