El sistema se desplegará principalmente en áreas costeras
Si bien escuchamos mucho sobre los enormes parches de basura que flotan en los océanos del mundo, hay aún más basura en el lecho marino. El proyecto SeaClear, financiado por la Unión Europea, tiene como objetivo recopilar gran parte de ella, utilizando robots autónomos.
Los planes exigen que el sistema básico consista en cuatro vehículos robóticos: un dron aéreo, dos vehículos submarinos operados a distancia (ROV) y una embarcación de superficie no tripulada que servirá como nave nodriza. A través de cables umbilicales, esta última suministrará energía a los dos ROV, además de utilizar una computadora a bordo para procesar los datos transmitidos.
El sistema se desplegará principalmente en áreas costeras, ya que es allí donde la mayoría de la basura ingresa al océano desde los ríos.
Imagen: Varios vehículos robot están conectados entre sí en el sistema SeaClear. Una nave nodriza (UPS) autónoma o con control remoto en la superficie es apoyada por dos robots submarinos (ROV) y un avión de vuelo no tripulado (UAV).
Inicialmente, el dron y uno de los ROV se usarán para detectar basura, en la superficie y en la columna de agua respectivamente; si hay basura en ambas áreas, es probable que también sea abundante en el lecho marino de esa ubicación.
Con eso en mente, el segundo ROV entrará y viajará a lo largo del lecho marino, utilizando una pinza de diseño personalizado y un dispositivo de succión para recoger la basura. Esta se llevará de regreso al barco de superficie y se desechará en un contenedor central.
Se utilizarán algoritmos basados en inteligencia artificial para ayudar al dron y al primer ROV a diferenciar entre basura y animales marinos, etc., además de que dichos algoritmos permitirán al segundo ROV diferenciar entre basura y coral u otras estructuras naturales.
Esta primavera se probó una versión prototipo de SeaClear a profundidades de 20 a 30 metros (66 a 98 pies), en el puerto de Hamburgo y a lo largo de la costa de Dubrovnik, Croacia. Se eligieron esos lugares porque son bastante diferentes entre sí: el puerto es concurrido, industrial y tiene agua bastante limosa, mientras que la costa croata es mucho más tranquila, con aguas claras y orientada al turismo.