Alcanza vientos de 260 km/h. Se intensificó rápidamente desde la categoría uno en un lapso de horas
El huracán Lee se ha convertido en una tormenta de categoría cinco, con vientos de hasta 260 km/h (160 mph) a medida que avanza por el Caribe.
El domingo podría causar condiciones peligrosas en las playas de la costa este de Estados Unidos, dijo el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
En su trayectoria actual, no se prevé que la tormenta toque tierra en ningún lugar.
Lee es la duodécima tormenta con nombre de la temporada de huracanes del Atlántico, que se extiende de junio a noviembre.
Se intensificó rápidamente desde la categoría uno en un lapso de horas.
"Se pronostica un fortalecimiento adicional durante la noche", dijo el NHC en su última actualización. "Es probable que se produzcan fluctuaciones en la intensidad durante los próximos días, pero se espera que Lee siga siendo un huracán importante hasta principios de la próxima semana".
Se espera que peligrosas olas y corrientes de resaca lleguen el viernes al norte del Caribe y a partes de Puerto Rico y el domingo a la costa este de Estados Unidos, dijo el NHC.
El jueves por la noche, Lee estaba a unas 705 millas (1.134 km) al este del norte de las Islas de Sotavento, donde el Caribe se encuentra con el Océano Atlántico.
El presidente estadounidense Joe Biden ha sido informado sobre su trayectoria.
Imagen: Trayectoria prevista del Huracán Lee
Mientras tanto, la Depresión Tropical 14 se ha convertido en la Tormenta Tropical Margot. Se prevé que Margot adquiera fuerza de huracán durante el fin de semana, aunque se espera que permanezca sobre aguas abiertas.
En el Océano Pacífico, el huracán Jova se ha debilitado ligeramente de una tormenta de categoría cinco a cuatro. Se desplazaba lejos del suroeste de México y tampoco se espera que toque tierra.
Se pronostica que la temporada de huracanes en el Atlántico de 2023 será más activa que el promedio.
Aún no está claro el impacto del cambio climático en la frecuencia de las tormentas tropicales, pero el aumento de las temperaturas de la superficie del mar calienta el aire y hace que haya más energía disponible para impulsar los huracanes.
Como resultado, es probable que sean más intensos y con precipitaciones más extremas.