El único lugar del mundo donde los barcos pueden navegar en la caldera de un volcán activo
En la isla Decepción, en la Antártida, el vapor se eleva desde las playas y los glaciares salpican las laderas negras de lo que en realidad es un volcán activo: un raro choque de hielo y fuego que proporciona pistas a los científicos sobre cómo podría ser la vida en Marte.
La isla con forma de herradura de las Islas Shetland del Sur es el único lugar del mundo donde los barcos pueden navegar en la caldera de un volcán activo.
En sus aguas, a unos 420 kilómetros de Port Williams de Chile, sobreviven peces, krill, anémonas y esponjas marinas, mientras en la superficie crecen especies únicas de líquenes y musgos en un ecosistema de contrastes extremos.
La isla, deshabitada por personas, alberga quizás la colonia más grande del mundo de pingüinos de barbijo, aves marinas, focas y leones marinos.
Imagen derecha: El explorador Nathaniel Palmer se acercó a la isla en 1820 y la llamó "Isla Decepción" por su engañosa apariencia. Parecía una isla normal desde un ángulo, pero un estrecho pasaje en realidad revelaba un puerto (la caldera inundada) al que los exploradores podían navegar.
El volcán ha estado activo durante miles de años, y las erupciones más recientes (en 1967, 1969 y 1970) devastaron bases británicas y chilenas y obligaron a la evacuación de una base argentina.
Sin embargo, la vida siempre regresa y prospera en una isla donde la temperatura del agua en las fumarolas se ha medido en alrededor de 70 grados Celsius (158 grados Fahrenheit), incluso cuando la temperatura del aire puede caer a -28 grados.
Es "similar a Marte porque allí lo que tenemos es un planeta con (una parte de) inmensa actividad volcánica... donde actualmente hay condiciones muy frías", dijo el geólogo planetario español Miguel de Pablo. "Es la mejor aproximación posible que podemos hacer para entender Marte sin pisar ese planeta", añadió de Pablo.
Imagen: La Isla Decepción, con forma de herradura, en las Shetlands del Sur, es el único lugar del mundo donde los barcos pueden navegar en la caldera de un volcán activo.
Una rica historia
El análisis de las rocas de la Isla Decepción complementa el trabajo de ingenieros, científicos y astrónomos que estudian Marte desde lejos.
En 2023, investigadores de la agencia espacial estadounidense NASA concluyeron que Marte alguna vez tuvo un clima con estaciones cíclicas, propicio para el desarrollo de la vida, según las evidencias encontradas en el planeta rojo por el rover Curiosity.
Los científicos creen que una inmensa erupción volcánica cambió la atmósfera del planeta y provocó la aparición de océanos y ríos que luego se evaporaron.
Aunque las temperaturas en Marte son ahora mucho más bajas (estimadas por la NASA en alrededor de -153 grados Celsius), "las condiciones antárticas pueden ayudarnos a comprender si las condiciones para el desarrollo de la vida pudieron haber existido en Marte", dijo de Pablo.
Otro rover de Marte, Perseverance, aterrizó en el planeta en febrero de 2021 para buscar signos de pasada vida microbiana.
Imagen: La isla también alberga quizás la colonia más grande del mundo de pingüinos de barbijo, aves marinas, focas y leones marinos.
El rover multitarea recolectará 30 muestras de roca y suelo en tubos sellados que se enviarán de regreso a la Tierra en algún momento de la década de 2030 para su análisis en laboratorio.
Las Shetlands del Sur son reclamadas por Gran Bretaña, Chile y Argentina, pero no están administradas por ningún país en particular. El Tratado Antártico de 1959 establece que se utilizarán "con fines pacíficos" y se garantizará la "libertad de investigación científica".
La Isla Decepción, visitada por primera vez por cazadores de focas británicos en 1820, tiene una rica historia, con bases científicas abandonadas y una antigua estación ballenera oxidándose en el aire helado.
Wilson Andrés Ríos, investigador y capitán de una fragata de la Armada colombiana que realizaba una expedición científica en la Antártida, dijo que la caza de focas y ballenas en la isla a principios del siglo XX fue "indiscriminada".
Imagen: La isla, visitada por primera vez por cazadores de focas británicos en 1820, tiene una rica historia, con bases científicas abandonadas y una antigua estación ballenera oxidándose en el aire helado.
En 1931, una estación ballenera noruega en la isla cerró cuando se desplomó el precio del aceite de ballena.
Luego, en 1944, Gran Bretaña estableció una base allí como parte de una misión secreta en tiempos de guerra para ocupar territorios antárticos.
Después de varios desalojos y erupciones, la isla ahora se dedica a la investigación científica.
Y, bajo la cautelosa mirada de los científicos, miles de turistas llegan ahora en cruceros.
Ese fenómeno, afirmó Natalia Jaramillo, coordinadora científica de la expedición colombiana, está "aumentando inquietantemente".