Se demuestra la conexión entre dos principales características geológicas del Océano Pacífico
Geólogos dirigidos por la Universidad de Maryland (UMD) y la Universidad de Hawái finalmente conectaron los puntos entre una de las erupciones volcánicas más grandes en la historia de la Tierra y su origen en las profundidades del Océano Pacífico.
En un artículo científico el equipo reveló que el mismo punto caliente creó una cadena de volcanes submarinos en la región sur del Pacífico y la enorme meseta de Ontong-Java, la plataforma volcánica más grande de la Tierra.
"Hasta ahora, hemos tenido una imagen extremadamente desconectada del Pacífico y sus volcanes", dijo el autor correspondiente del estudio, Val Finlayson, científico investigador asistente en el Departamento de Geología de la UMD.
"Pero por primera vez, podemos establecer una conexión clara entre los sistemas volcánicos más jóvenes del sur y los más antiguos del oeste del Pacífico. Es un descubrimiento que nos da una historia más completa de cómo ha evolucionado la cuenca del Océano Pacífico durante millones de años hasta convertirse en lo que es hoy".
Durante años, los científicos se preguntaron si el punto caliente de Louisville, en el sur del Océano Pacífico (un área donde material caliente y químicamente distinto del interior de la Tierra sube a la superficie para crear volcanes) formó tanto la cadena montañosa submarina que lleva su nombre como la meseta de Ontong-Java, de 120 millones de años de antigüedad, una plataforma submarina sumergida ubicada en lo que ahora está al norte de las Islas Salomón.
Las teorías y modelos anteriores sobre cómo se movió el fondo marino del Pacífico intentaron explicar la conexión entre las dos principales características geológicas, pero no lograron proporcionar una respuesta definitiva.
Imagen: Val Finlayson (izquierda) y Paulo Galvan recuperan muestras de roca de una draga de una expedición de 2013. Crédito: Val Finlayson. Crédito: Universidad de Maryland.
"Ha desaparecido gran parte de la evidencia física de una conexión entre Louisville y Ontong-Java porque parte de la trayectoria del punto caliente de Louisville fue subducida, o empujada, bajo las placas tectónicas en la región del Pacífico", dijo Finlayson. "Tuvimos que tomar muestras de volcanes profundamente sumergidos de un punto caliente diferente y de larga duración para encontrar evidencia de hace decenas de millones de años que sugiriera que nuestros modelos para la placa del Pacífico necesitaban una revisión".
Finlayson y su equipo lograron su primer avance cuando descubrieron una serie de montañas submarinas cerca de Samoa que eran mucho más antiguas de lo esperado para los volcanes de la zona. Al analizar la edad y la composición química de muestras de rocas antiguas tomadas de la zona, los investigadores concluyeron que estas montañas eran parte de un segmento mucho más antiguo del rastro volcánico de Louisville, que Finlayson comparó con las "huellas" de un volcán. A medida que la corteza terrestre (placas tectónicas) se mueve sobre puntos calientes, forma estos rastros volcánicos.
Imagen derecha: Configuración de placas de 100 Ma y posición relativa de estructuras volcánicas relevantes para el modelado APM (proyección global de GPlates)
"Podemos rastrear estas 'huellas' a través del tiempo y el espacio", explicó Finlayson. "Las huellas se hacen más antiguas a medida que uno se aleja de un punto caliente activo, de forma similar a cómo las propias huellas se desvanecen en la arena al caminar. Pero aún se puede afirmar que estas huellas pertenecen a la misma fuente. Gracias a esta nueva evidencia, pudimos revisar los modelos actuales del movimiento de las placas del Pacífico y comprender mejor cómo se ha movido el fondo marino a lo largo de millones de años".
El equipo de Finlayson planea aplicar ahora sus modelos mejorados para comprender mejor otras características volcánicas antiguas esparcidas por el fondo del océano y sobre su superficie. Dado que muchas naciones insulares del Pacífico se encuentran actualmente ubicadas sobre plataformas volcánicas y cadenas volcánicas submarinas, Finlayson espera que su trabajo contribuya a la comprensión de los cimientos mismos de esos países. También cree que el descubrimiento de su equipo ayudará a los científicos a desarrollar una mejor comprensión del vulcanismo y la evolución geológica, no sólo en la región del Pacífico, sino en todo el mundo.
"Hemos resuelto un misterio, pero aún quedan muchos más por resolver. Este hallazgo nos ofrece una historia más precisa del Pacífico y su actividad volcánica, y nos ayuda a comprender mejor la dinámica y el estilo del vulcanismo que allí se produce", afirmó Finlayson. "Todo lo nuevo que aprendemos sobre el tumultuoso pasado de la Tierra nos ayuda a comprender mejor el dinámico planeta en el que vivimos hoy".
El estudio se ha publicado en la revista Nature: Pacific hotspots reveal a Louisville–Ontong Java Nui tectonic link