Algunos de los mayores terremotos del planeta ocurren cerca de las zonas de subducción
Las maravillas del mundo natural son fascinantes, aterradoras y, en muchos casos, bellas, aunque la destrucción que pueden causar no lo sea. La naturaleza, como el universo, pone a menudo cosas delante de nuestras narices de las que ni siquiera somos conscientes. Lo que vemos y sentimos no siempre va a la par, pero a veces la visualización de lo invisible crea belleza.
Ese fue el inesperado resultado cuando el cartógrafo John Nelson creó una línea de tiempo de cada terremoto registrado desde 1898 y los diferenció con un color de acuerdo a su magnitud. Cuando terminó, se encontró con que había elaborado un encantador mapa de las fronteras tectónicas de la Tierra y su calendario de cambios; más de 200.000.
"En primer lugar, me sorprendió la gran cantidad de terremotos que se han registrado. Es casi como si se pudiera caminar desde Seattle a Wellington [Nueva Zelanda] si estas cosas flotasen en el océano, yo no lo hubiera esperado", dijo.
Lo que es aún más interesante es que sólo incluye temblores registrados; en el periodo de cambio de siglo los instrumentos utilizados para medir los terremotos eran muy diferentes a las que se utilizan hoy en día y algunos quedaron sin registro alguno.
Algunos de los mayores terremotos del planeta ocurren cerca de las zonas de subducción, donde se superponen las placas de la Tierra unas a otras. Estas se pueden encontrar sobre todo en la región noroeste, cerca del Océano Pacífico, conocida como el "anillo de fuego". Nelson dijo que no podía creer los resultados cuando mapeo esa área.
"Tengo una idea general de dónde está, y una noción de la tectónica de placas, pero la primera vez que salieron los datos y comenzaron a pintarse en la vista geográfica, fue magnífico", dijo Nelson. "Yo estaba asombrado de cómo son de rígidas esas bandas de actividad sísmica".
Nelson también ha creado una línea de tiempo que integra la cartografía de vídeo y los tornados en un lapso de 61 años. El vídeo (abajo) se convierte en algo así como un flip-book, que muestra con luces azules dónde se produjeron cada año los tornados en los EE.UU.