Confirmada una mega inundación mediterránea en la prehistoria
Una vez hubo una enorme inundación en el mar Mediterráneo, un vertido de agua tan grande que excavó un cañón de cinco kilómetros de profundidad y 20 kilómetros de largo, y creó una cascada con una caída de 1,5 kilómetros.
Un equipo de investigadores dirigido por el geocientífico Aaron Micallef de la Universidad de Malta ha descubierto la evidencia de la gran inundación, largamente hipotetizada.
Y si bien varias tradiciones mediterráneas presentan grandes narraciones de inundaciones, las primeras surgidas de Sumeria y ya suficientemente bien conocidas como grabadas en escritura cuneiforme en el siglo XVII aC, es poco probable que esta haya sido la inspiración.
En un artículo publicado en la revista Scientific Reports, Micallef y sus colegas presentan evidencia geológica de un evento conocido como la mega inundación de Zanclean, que tuvo lugar hace unos 5.300.000 años.
La inundación fue precedida por una catastrófica transformación geológica llamada Crisis de Salinidad del Messiniensedel Messiniense (MSC), descrita por los investigadores como "el cambio ambiental más abrupto y de escala global desde finales del Cretácico".
En la región mediterránea la crisis fue causada por el cierre de lo que hoy se conoce como el Estrecho de Gibraltar, cortando el paso entre el mar y el Océano Atlántico. Esto ocurrió hace unos seis millones de años.
Como resultado, se creó un drástico desequilibrio entre las tasas de evaporación y la reposición de la ingesta de agua. El Mediterráneo se transformó en dos lagos gigantes hipersalinos, separados por un puente de tierra que se extendía desde el pie de Italia, incorporando Sicilia y terminando en el norte de África.
Se estima que los niveles del mar disminuyeron entre 1.300 y 2.400 metros. Depósitos de sal de un kilómetro de espesor se asentaron en el fondo del mar.
La evidencia geográfica reunida en la década de 1970 condujo a la formación de la hipótesis de la mega inundación de Zanclean. Sin embargo, faltaron pruebas concluyentes, lo que llevó a algunos investigadores a sugerir que la MSC terminó con un flujo de agua salobre procedente del Mar Negro, y que el flujo de entrada del Atlántico se solo reanudó más tarde.
En la última investigación, utilizando datos del lecho marino de la costa este de Sicilia y las islas de Malta, el equipo de Micallef identifica un cuerpo distinto de sedimentos de 160 kilómetros de largo y 95 kilómetros de ancho que se encuentra en la parte superior de los depósitos de solución salina, que termina abruptamente contra un acantilado de piedra caliza submarina llamado Escarpa de Malta en el este de Sicilia, y se reduce en forma de cuña hacia el este.
La cuña tiene 900 metros de profundidad en algunos lugares. Los investigadores sugieren que representa restos y sedimentos empujados hacia el este por una oleada de agua que llegó desde el Atlántico tras la reapertura del estrecho de Gibraltar.
La masa de agua, que transportaba los escombros, ascendió por el puente de tierra y se precipitó por el otro lado, creando una fosa de cinco kilómetros de profundidad, aún hoy en día, conocida como el cañón de Noto. También bajó por la escarpa de Malta, cayendo 1,5 kilómetros.
Micallef y sus colegas concluyen que la evidencia sugiere que la mega inundación fue un evento de alcance mediterráneo, en lugar de uno restringido a sus confines orientales, como sostiene la teoría del Mar Negro.
Tan poderosa fue la inundación que se estima que el Mediterráneo invirtió pérdidas de agua de más de 640.000 años en solo dos.
Artículo científico: Evidence of the Zanclean megaflood in the eastern Mediterranean Basin
