Los vientos soplaban a más de 350 km/h
La furia del huracán Dorian cuando se detuvo en el noroeste de Bahamas ha dejado impactantes escenas de destrucción y temores de una pérdida masiva de vidas. Las autoridades dijeron el martes que casi tres de cada cuatro hogares en Gran Bahama están bajo el agua, y la recuperación del daño catastrófico costará miles de millones de dólares.
Un espectáculo aún más sombrío se encuentra al este, donde las primeras imágenes aéreas de la isla de Gran Ábaco desde la retirada de la tormenta mostraron un paisaje pulverizado que es poco más que un campo de escombros.
Han sido arrasados barrios enteros, con casas convertidas en escombros. Los automóviles e incluso los enormes contenedores metálicos de transporte se han dispersado por una tormenta que, según los meteorólogos, podría haber alcanzado los 7 metros en las islas y los cayos que están ligeramente por encima del nivel del mar. El océano se convirtió, en efecto, en una excavadora.
Los vientos que soplaban a más de 350 km/h soltaron los barcos de sus amarres y los empujaron a lo que solía ser tierra firme. Las carreteras y los aeropuertos del noroeste de Bahamas siguen inundados de manera infranqueable, y grandes porciones de las islas se han convertido, por ahora, en poco más que extensiones del Atlántico.
Dorian, más amplio pero más débil ahora, está moviéndose hacia el norte a través de las aguas costeras de Florida, azotando las playas con fuertes olas y vientos, pero hasta ahora se ha mantenido lo suficientemente lejos de la tierra como para no amenazar con el tipo de violencia extrema que se ve en las Bahamas.
El primer ministro Hubert Minnis dijo el martes por la noche que el recuento oficial de muertes aumentó a siete, pero que espera que se registren más muertes a medida que las autoridades lleguen a las áreas dañadas. Durante un recorrido aéreo de Gran Ábaco, Minnis vio un paisaje devastado, incluida la destrucción del Mudd, un barrio de chozas marginales en Marsh Harbour que se encuentra en una zona baja.
"Partes de Abaco están diezmadas. Hay severas inundaciones", dijo Minnis. "Hay grandes daños en casas, negocios, otros edificios e infraestructuras".
Roger Russell, camarógrafo de una productora de televisión en Gran Bahama que había estado filmando todo el día del martes en la isla afectada, dijo que lo que vio fue desgarrador.
"Realmente nos enfrentamos con un demonio", dijo. “Vi niños pequeños aferrados, simplemente aferrados a las personas que los rescataron. Un anciano estaba deshidratado y no podía caminar. Una joven me dijo que había estado agarrada a un poste, un poste de teléfono de madera, durante 24 horas en la tormenta y que tuvo que sujetarse al poste para sobrevivir".
La tormenta interrumpió la comunicación con Gran Ábaco, donde Russell tiene familia y la primera arremetida salió del océano abierto como un huracán de categoría 5categoría 5. Las operaciones de rescate fueron inicialmente imposibles debido a la implacable tormenta. Dorian tocó tierra el domingo y se volvió completamente estacionario el lunes por la noche, cuando llegó al lado norte de Gran Bahama.
El viceprimer ministro de Bahamas, Peter Turnquest, quien también es el ministro de finanzas, dijo que ha sido destruida la infraestructura de la isla, estimando unos costos astronómicos para su reconstrucción.
"Con aproximadamente el 70 por ciento de los hogares bajo el agua, anticipamos una tremenda dislocación y perturbación social y económica a corto plazo", dijo Turnquest en una entrevista con The Washington Post. "La salud mental de quienes han sufrido esta monstruosa tormenta es una preocupación prioritaria del gobierno".
El huracán, que registró vientos máximos sostenidos de 297 km/h al tocar tierra, fue más poderoso que cualquier tormenta atlántica en tocar tierra en la historia registrada, apenas se movió durante 38 horas antes de que los cambios atmosféricos lo atrajeran finalmente hacia el noroeste, hacia el sureste de los Estados Unidos.
"Hay muchos días difíciles, semanas y meses por delante como pueblo y como país", dijo Minnis el martes por la tarde en Twitter. En Inglaterra, la reina Isabel, jefa de estado de las Bahamas, dijo que estaba "conmocionada y entristecida al enterarse de la devastación" causada por la tormenta.
"Advierto a los bahameños en todas partes que las posibilidades de que encontremos más personas muertas, esas posibilidades son reales", dijo al Post el ministro de Seguridad Nacional, Marvin Dames. "No puedo ver ninguna salida".
Las Abacos, las islas al este de Gran Bahama, son particularmente vulnerables a los huracanes, dijo Stephen Bennett, director editorial de una guía de viajes en línea, UncommonCaribbean.com.
"Todas ellas son muy llanas y su masa terrestre está compuesta de arena y piedra caliza y, sin duda, sus formas no serán las mismas en el futuro", dijo. Estaba tratando frenéticamente de comunicarse con amigos cercanos que viven y trabajan en la isla, pero no pudo porque estaban caídas las líneas telefónicas y el servicio de datos. "Estamos desconsolados", dijo desde Fort Lauderdale.
La amenaza a los Estados Unidos sigue siendo la misma que ha sido durante varios días agotadores y exasperantes: una pequeña, aunque inquietante, posibilidad de que la tormenta llegara a Florida o las Carolinas un día más tarde. Los modelos climáticos durante varios días han predicho que la tormenta permanezca apenas en alta mar y luego se curve hacia el noreste como si estuviera en una expedición de inspección a lo largo de la costa sureste.
Dorian ha cambiado un poco para bien y para mal. Se ha vuelto más grande, con vientos huracanados que se extienden más lejos del ojo del huracán. Pero el núcleo de la tormenta, la pared del ojo con los vientos más fuertes, es significativamente más débil. Eso la ha traído más cerca de la costa y a más personas de la zona que probablemente se verán afectadas por el amplio campo de viento de la tormenta, pero el núcleo más débil significa que Dorian no golpeará tan fuerte como lo hizo en las Bahamas.
El Centro Nacional de Huracanes expandió su advertencia de huracán a Carolina del Norte. Se han efectuado evacuaciones obligatorias en cuatro estados y cientos de millas. Las escuelas están cerradas, y los residentes costeros se están en gran medida temerosos, esperando que Dorian pase y, eventualmente, si los pronosticadores están en lo cierto, se quede sin fuerza en algún lugar del Atlántico Norte.
