Es una rara ilusión óptica que confunde a los marineros
En las regiones polares la atmósfera juega trucos inusuales con la luz, especialmente en el mar, creando extrañas formas como una isla que se acerca, un barco flotante o una falsa pared de agua que aparece sobre el horizonte. Estos espejismos confundieron a los primeros exploradores.
En 1818, cuando el explorador británico John Ross entró en Lancaster Sound mientras buscaba el Pasaje del Noroeste, vio una montaña bloqueando el rumbo de su barco y decidió no seguir navegando. Ross llamó a la cordillera las montañas Croker, pero una expedición posterior mostró que no existían.
En 1906, el explorador estadounidense Robert Peary vio una vasta tierra al noroeste de la isla Ellesmere y la llamó Crocker Land en honor a su patrón George Crocker. Un par de años después, Donald MacMillan fue en busca de la isla y durante cinco días persiguió en vano la congelada aparición antes de darse cuenta de que, como Peary, lo que estaba viendo era una ilusión.
Lo que habían observado John Ross, Robert Peary, Donald MacMillan y muchos otros fue un complejo espejismo denominado Fata Morgana, que recibe su nombre del italiano fata Morgana (es decir: hada Morgana) la hechicera que cambia de forma y media hermana del Rey Arturo, quien atrajo a los desprevenidos marineros a su muerte.
Para que se observe Fata Morgana, debe existir una condición conocida como inversión de temperatura. Esto ocurre cuando una capa de aire más frío inmediatamente sobre el agua de mar queda atrapada debajo de una capa de aire más cálido. Las dos capas de aire que están a diferentes temperaturas y densidades crean una interfaz. Cuando la luz alcanza este límite de la interfaz, se dobla y viaja a través de la nueva capa en un ángulo diferente. Esto se conoce como refracción.
En un espejismo normal visto en condiciones cálidas, la capa de aire más caliente está cerca del suelo y la luz que viaja hacia abajo se refracta hacia arriba creando una ilusión de agua reflejada. Esto se conoce como un espejismo inferior (inferior mirage).
En Fata Morgana, la luz que viaja hacia arriba desde un barco o una masa de tierra distante se refracta hacia abajo haciendo que estos objetos parezcan estar flotando en el cielo o más altos de lo que realmente están. Este tipo de espejismo se conoce como espejismo superior (superior mirage).
Un Fata Morgana cambia rápidamente y, a veces, varias imágenes refractadas se apilan unas encima de otras mostrando zonas alternas comprimidas y estiradas.
Se cree que Fata Morgana dio a luz a la leyenda perdurable del Flying Dutchman (El Holandés Errante), un barco fantasma que navega sin rumbo por alta mar. La historia cuenta que cierto holandés llegó al Cabo en apuros durante una feroz tormenta, pero no pudo pilotar el barco hacia el puerto y se perdió, y desde entonces, con muy mal tiempo, aparece su visión. La historia fue mencionada por primera vez en "Travels in various part of Europe, Asia and Africa during a series of thirty years and upward (1790)" por John MacDonald.
A lo largo de los siglos XIX y XX ha habido muchos avistamientos del Flying Dutchman. El Príncipe de Gales George, el futuro Rey George V, observó el legendario barco fantasma durante un viaje de tres años en 1880 durante su adolescencia. En las horas previas al amanecer del 11 de julio de 1881, frente a la costa de Australia en el estrecho de Bass entre Melbourne y Sydney, el príncipe vio al Flying Dutchman cruzar la proa de su barco.
Brillaba una extraña luz roja como la de un barco fantasma, en medio de la cual, los mástiles, palos y velas de un bergantín a 200 yardas de distancia se alzaron con un fuerte alivio cuando llegó a la proa de babor, donde también el oficial de la guardia desde el puente la vio claramente, al igual que el guardiamarina del alcázar, que fue enviado inmediatamente al castillo de proa; pero al llegar no había vestigio ni señal alguna de ningún barco material que pudiera verse cerca o de inmediato en el horizonte, con la noche despejada y el mar en calma.
Aparte del mar, la ilusión de Fata Morgana puede ocurrir también en tierra. En 2015, una imagen de una ciudad flotante apareció sobre una ciudad de China, sorprendiendo a los espectadores. Aunque es difícil saberlo por el vídeo, los expertos y los científicos atmosféricos creen que fue un ejemplo de Fata Morgana.
