Las glendonitas han suscitado asombro entre los investigadores de todo el mundo
Algunas de las muestras más grandes del mundo de raros cristales de carbonato de calcio, conocidas como glendonitas (del mineral ikaita), se encuentran en Dinamarca.
Los cristales se formaron hace entre 56 y 54 millones de años, durante un período que se sabe que tuvo algunas de las temperaturas más altas en la historia geológica de la Tierra. Su presencia ha suscitado asombro entre los investigadores de todo el mundo.
"Por qué encontramos glendonitas de un período cálido, cuando las temperaturas promedian por encima de los 35 grados, ha sido durante mucho tiempo un misterio. No debería ser posible", explica Nicolas Thibault, profesor asociado del Departamento de Geociencias y Gestión de Recursos Naturales de la Universidad de Copenhague.
Esto se debe a que las glendonitas están compuestas por ikaita, un mineral que solo es estable y, por lo tanto, solo puede cristalizar a temperaturas inferiores a los cuatro grados Celsius.
Volcanes responsables de los intervalos fríos
En su nuevo estudio, Nicolas Thibault, junto con los colegas del departamento Madeleine Vickers, Christian Bjerrum y Christoph Korte, realizaron análisis químicos de las glendonitas danesas.
Su trabajo revela que la época del Eoceno temprano, hace entre 56 y 48 millones de años, no fue en absoluto tan uniformemente cálida como se pensaba.
"Nuestro estudio demuestra que debe haber habido períodos de frío durante la época del Eoceno. De lo contrario, estos cristales no podrían existir, simplemente se habrían derretido. También proponemos una sugerencia de cómo podría haber ocurrido este enfriamiento y, al hacerlo, potencialmente resolver el misterio de cómo surgieron las glendonitas en Dinamarca y el resto del mundo", dice Nicolas Thibault. Él agrega:
"Probablemente hubo una gran cantidad de erupciones volcánicas en Groenlandia, Islandia e Irlanda durante este período. Estas gotas de ácido sulfúrico se liberaron a la estratosfera, que podrían haber permanecido allí durante años, protegiendo al planeta del sol y reflejando la luz solar. Esto ayuda a explicar cómo eran posibles las áreas regionalmente frías, que es lo que afectó el clima en Dinamarca del Eoceno temprano".
Capas de ceniza volcánica en las rocas
La presencia de actividad volcánica se revela, entre otras cosas, por las capas sedimentarias visibles en la isla de Fur, donde las capas de ceniza volcánica son claramente visibles como bandas en los acantilados costeros.
"Nuestro estudio ayuda a resolver un misterio sobre las glendonitas, además de demostrar que son posibles los episodios más fríos durante climas que de otro modo serían más cálidos. Lo mismo puede decirse de hoy, ya que estamos al tanto de la posibilidad de un cambio climático abrupto", concluye Nicolas Thibault.
El documento científico se publicó en Nature Communications: Cold spells in the Nordic Seas during the early Eocene Greenhouse