Diversos estudios niegan la posibilidad de tal evento catastrófico
En la serie de Netflix “La Palma”, una familia noruega se va de vacaciones a las Islas Canarias cuando una joven investigadora descubre alarmantes señales de una inminente erupción volcánica. Cumbre Vieja es un volcán activo en La Palma, que entró en erupción por última vez en 2021. La serie culmina con un "megatsunami" capaz de engullir Europa y llegar hasta la costa oeste de Estados Unidos.
Es una perspectiva verdaderamente aterradora.
Las historias de catástrofes son muy populares y "La Palma" es sólo el último éxito de este género en auge. En su libro "Disaster Mon Amour", el crítico de cine David Thomson identifica el objetivo de los cineastas de crear "un espectáculo de devastación con un acogedor interés humano". Pero historias como "La Palma" pueden tener un impacto en el mundo real.
La serie se presenta como basada en una hipótesis real, la cual es comunicada por presentadores de noticias y un científico en la secuencia de título de cada episodio. El experto en tsunamis Simon Day, cuya investigación inspiró el programa, también recibe el reconocimiento en los créditos finales. Sin embargo, "La Palma" no hace nada por captar la ciencia más actualizada y tranquilizadora.
Imagen: Flujos de lava en La Palma durante la erupción de 2921. Cortesía de Radio Televisión Canaria
"Si bien los eventos volcánicos pueden desencadenar tsunamis, como expertos en volcanes y en la comunicación de desastres, podemos asegurarle que la erupción y el posterior rápido colapso de la isla representado en la serie no es un escenario plausible que preocupe a los científicos", dicen Hannah Little, Janine Krippner y Katy Chamberlain de las Universidades y Liverpool y Waikato.
Lo que debería tomarse más en serio son los tsunamis localizados. Te alegrará saber que en los últimos años se han desmentido esos escenarios de "megatsunami".
Ha habido más de 17 erupciones en las Islas Canarias desde el siglo XV, ninguna de las cuales resultó en un "megatsunami" en el Atlántico.
Las historias tienen el poder de comunicar a la audiencia información sobre los riesgos ambientales. Tras el estreno de la serie, algunos han desenterrado la hipótesis del megatsunami, volviendo a ponerla de manifiesto en la opinión pública.
La idea de un "megatsunami", desencadenado como el de "La Palma", surgió por primera vez en un artículo de 2001 del académico (la serie le da las gracias en sus créditos), Simon Day, y el geofísico Steven Ward, basado en un escenario hipotético extremo.
Esta teoría ha sido posteriormente demostrada como falsa por estudios posteriores que muestran que una erupción y colapso en las Islas Canarias podría llegar a Estados Unidos con una altura máxima de ola similar a una marejada ciclónica de 1 a 2 metros, no las olas de 25 metros representadas en "La Palma". Investigaciones más recientes también han puesto en duda la escala del deslizamiento de tierra utilizado en el estudio original que podría causar tal tsunami.
Desde el trabajo inicial, comprendemos mucho más sobre cómo se producen grandes deslizamientos de tierra y tsunamis, y han mejorado los modelos informáticos utilizados para probar escenarios de tsunamis. Las investigaciones sobre los depósitos de deslizamientos submarinos han demostrado que estos derrumbes se producen en múltiples pasos más pequeños, no en un único deslizamiento masivo hacia el océano. Un tsunami de semejante magnitud dejaría reveladores depósitos en América del Norte y del Sur, pero no se encuentran en ninguna parte.
La importancia de comprender el riesgo relacionado con los volcanes reales quedó encapsulada durante la erupción de Cumbre Vieja en 2021. A medida que avanzaba la erupción, los vulcanólogos recibieron mensajes de personas preocupadas y asustadas que temían un megatsunami, lo que llevó al Servicio Geológico de Estados Unidos a responder explicando por qué la hipótesis no se sostiene. Esto ocurrió incluso antes de que un importante drama de Netflix contara un evento tan imaginario.
Imagen: El volcán en erupción en la serie La Palma. Jan Richer Friis/Netflix
Los tsunamis volcanogénicos de todos los tamaños son una amenaza real en todo el mundo y los expertos en peligros quieren saber cuáles son nuestros riesgos para que podamos prepararnos y proteger a nuestras comunidades. Esto se vuelve difícil cuando los hechos se diluyen o distorsionan con historias como la de "La Palma". Los vulcanólogos, que cuentan con limitados recursos durante una erupción, terminan dedicando más tiempo a desmentir la información que a hablar con la prensa sobre los potenciales peligros.
Durante la erupción de 2021, los habitantes de La Palma sufrieron mucho y siguen teniendo dificultades para reclamar indemnizaciones y reconstruir sus hogares o acceder a sus propiedades. El número de turistas se redujo a un tercio de los niveles previos a la pandemia después de la erupción volcánica de 2021.
La desinformación sobre las erupciones y sus riesgos puede aumentar el estrés de quienes habitan o visitan islas volcánicas, no solo preocupados por su propia seguridad, sino por la seguridad de una economía que depende en gran medida del turismo. Con la información correcta, podemos capacitar a las comunidades para que se preparen y actúen rápidamente cuando llegue el momento.
Mucha gente ve Netflix, pero no mucha gente lee artículos científicos sobre vulcanología. Teniendo en cuenta esto, es posible que la responsabilidad de obtener información científica correcta y representar con precisión los riesgos recaiga en las personas que tienen una audiencia cautiva. Existe la oportunidad de trabajar con científicos para ayudar a difundir la información correcta y, al mismo tiempo, promover futuras historias sobre este tipo de desastres.
