Científicos avisan de un próximo mega-tsunami en Sumatra

tsunami, grabado fuji de 1823

Un mega-terremoto se gesta junto a la isla de Sumatra

Sismólogos y geólogos de EEUU, Indonesia y Reino Unido coinciden en subrayar que un seísmo de grandes proporciones va a castigar de nuevo la zona

animación tsunami Indonesia 2004 El afamado profesor John McCloskey, del Instituto de Investigación de Ciencias Medioambientales de la Universidad del Ulster, muy reconocido en su ámbito tras prever con dos semanas de anticipación el seísmo de marzo de 2005 en la isla de Nias, al oeste de Sumatra, ha alertado esta semana en la revista especializada "Nature Geoscience" que un mega-terremoto de al menos 8.5 grados en la escala de Richter y con el potencial de formar un tsunami tan letal como el que mató a 226.000 personas en 2004 se gesta junto a la isla indonesia de Sumatra.

Con la comunidad internacional desbordada por la tragedia humana de Haití, sismólogos y geólogos de Estados Unidos, Indonesia y Reino Unido han coincidido en subrayar en los últimos días que un seísmo de grandes proporciones va a castigar de nuevo el Sudeste Asiático. "Hay una gran probabilidad de que se produzca un gran terremoto con una magnitud de más de 8,5 en las (islas) Mentawai, junto a Sumatra. Y es muy posible que ese seísmo provoque un tsunami", ha asegurado el sismólogo indonesio Fauzi, director de la Agencia Meteorológica y Geofísica de Indonesia (BMG).

Su colega McCloskey incide sobre el mismo peligro. Un movimiento telúrico de gran magnitud y epicentro próximo al litoral puede generar una ola gigante que arrase las pobladas costas de Sumatra y cause decenas de miles de víctimas.

En concreto, McCloskey apuntó que una de las zonas más proclives a ser devastada es Padang, capital de la provincia de Sumatra Occidental, con una población de un millón de habitantes y que fue parcialmente destruida en el seísmo de magnitud 7,6 que el pasado septiembre mató a al menos 1.100 personas. "La potencial pérdida de vidas sería similar a la del tsunami del Océano índico de 2004", calcula McCloskey, en referencia a la catástrofe que mató a unas 226.400 personas y dejó varios millones de damnificados en 13 países hace algo más de cinco años.

"La amenaza de un fenómeno así es clara y la necesidad de tomar acciones urgentes para mitigar (el impacto) es extremadamente importante", añadió el experto.


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El epicentro del futuro cataclismo, según Fauzi, McCloskey y otros colegas, se situará bajo la pequeña isla de Siberut, en las Mentawai, un apartado archipiélago al oeste de Sumatra con un extenso historial sísmico. Atraviesa su fondo marino la falla de Sonda, donde colisionan las placas tectónicas indoaustraliana y euroasiática, una de las fracturas más activas de la corteza terrestre.

Según las investigaciones de McCloskey, la región sufre, de media, un gran terremoto cada dos siglos y la falla lleva acumulando tensión desde 1797, el último gran seísmo, por lo que concluye que está "a punto de romper".


La cuestión sobre la que ningún experto se atreve a pronunciarse con exactitud es cuándo se producirá la catástrofe. "Lo más probable es que se produzca en las próximas décadas. Entre dentro de treinta segundos y dentro de treinta años", asegura Kerry Sieh, director del Observatorio Tierra de Singapur.

Tras coincidir en el diagnóstico, los sismólogos apuestan por que los gobiernos centrales y regionales se preparen para minimizar el número de víctimas entre la población. "Lo verdaderamente importante no es saber cuándo ocurrirá ese megaterremoto, sino prepararse. La mayoría de las muertes se produce por el derrumbe de edificios, los corrimientos de tierras y los tsunamis. Ahí es donde hay que incidir", concluye Fauzi.

Más información sobre tsunamis:

Tsunami (del japonés tsu, «puerto» o «bahía», y nami, «ola»; literalmente significa gran ola en el puerto) es una ola o un grupo de olas de gran energía y tamaño que se producen cuando algún fenómeno extraordinario desplaza verticalmente una gran masa de agua. Se calcula que el 90% de estos fenómenos son provocados por terremotos, en cuyo caso reciben el nombre, más preciso, de maremotos tectónicos.

ola gigante sobre la costa

La energía de un tsunami depende de su altura (amplitudde la onda) y de su velocidad. La energía total descargada sobre una zona costera también dependerá de la cantidad de picos que lleve el tren de ondas (en el reciente maremoto del Océano índico hubo 7 picos). Este tipo de olas remueven una cantidad de agua muy superior a las olas superficiales producidas por el viento.

Antes, el término tsunami también sirvió para referirse a las olas producidas por huracanes y temporales que, como los maremotos, podían entrar tierra adentro, pero éstas no dejaban de ser olas superficiales producidas por el viento, aunque se trata aquí de un viento excepcionalmente poderoso.

Tampoco se deben confundir con la ola producida por la marea conocida como macareo. éste es un fenómeno regular y mucho más lento, aunque en algunos lugares estrechos y de fuerte desnivel pueden generarse fuertes corrientes.

La mayoría de los tsunamis son originados por terremotos de gran magnitud bajo la superficie acuática. Para que se origine un maremoto el fondo marino debe ser movido abruptamente en sentido vertical, de modo que una gran masa de agua del océano es impulsada fuera de su equilibrio normal. Cuando esta masa de agua trata de recuperar su equilibrio genera olas. El tamaño del tsunami estará determinado por la magnitud de la deformación vertical del fondo marino entre otros parámetros como la profundidad del lecho marino. No todos los terremotos bajo la superficie acuática generan maremotos, sino sólo aquellos de magnitud considerable y su hipocentro se genera en el punto de profundidad adecuado.

esquema tsunami

Un maremoto tectónico producido en un fondo oceánico de 5 km de profundidad removerá toda la columna de agua desde el fondo hasta la superficie. El desplazamiento vertical puede ser tan sólo de centímetros; pero, si se produce a la suficiente profundidad, la velocidad será muy alta y la energía transmitida a la onda será enorme. Aun así, en alta mar la ola pasa casi desapercibida, ya que queda camuflada entre las olas superficiales. Sin embargo, destacan en la quietud del fondo marino, el cual se agita en toda su profundidad.

La zona más afectada por este tipo de fenómenos es el Océano Pacífico, debido a que en él se encuentra la zona más activa del planeta, el cinturón de fuego. Por ello, es el único océano con un sistema de alertas verdaderamente eficaz.

Física de los maremotos tectónicos:

Los maremotos son destructivos a partir de sismos de magnitud 6,4, y son realmente destructivos a partir de 7 en la escala de Richter.

A las profundidades típicas de 4-5 km las olas viajarán a velocidades en torno a los 600 km/h o más. Su amplitud superficial o altura de la cresta H puede ser pequeña, pero la masa de agua que agitan es enorme, y por ello su velocidad es tan grande; y no sólo eso, pues la distancia entre picos también lo es. Es habitual que la longitud de onda de la cadena de maremotos sea de 100 km, 200 km o más.

tsunami en una costa de baja altura El intervalo entre pico y pico (período de la onda) puede durar desde menos de diez minutos hasta media hora o más. Cuando la ola entra en la plataforma continental, la disminución drástica de la profundidad hace que su velocidad disminuya y empiece a aumentar su altura. Al llegar a la costa, la velocidad habrá decrecido hasta unos 50 km/h, mientras que la altura ya será de unos 3 a 30 m, dependiendo del tipo de relieve que se encuentre. La distancia entre picos (longitud de onda) también se estrechará cerca de la costa.

La teoría lineal predice que las olas conservarán su energía mientras no rompan en la costa. La disipación de la energía cerca de la costa dependerá, como se ha dicho, de las características del relieve marino.

Cuanto más abrupta sea la costa, más altura alcanzará, pero seguirá teniendo forma de onda plana. Se puede decir que hay un trasvase de energía de velocidad a amplitud. La ola se frena pero gana altura. Pero la amplitud no es suficiente para explicar el poder destructor de la ola. Incluso en un maremoto de menos de 5 m los efectos pueden ser devastadores. La ola es mucho más de lo que se ve. Arrastra una masa de agua mucho mayor que cualquier ola convencional, por lo que el primer impacto del frente de la onda viene seguido del empuje del resto de la masa de agua perturbada que presiona, haciendo que el mar se adentre más y más en tierra. Por ello, la mayoría de los maremotos tectónicos son vistos más como una poderosa riada, en la cual es el mar el que inunda a la tierra, y lo hace a gran velocidad.

tsunami en una costa alta Antes de su llegada, el mar acostumbra a retirarse varios centenares de metros, como una rápida marea baja. Desde entonces hasta que llega la ola principal pueden pasar de 5 a 10 minutos. A veces, antes de llegar la cadena principal de maremotos, los que realmente arrasarán la zona, pueden aparecer "micromaremotos" de aviso. Así ocurrió el 26 de diciembre de 2004 en las costas de Sri Lanka donde, minutos antes de la llegada de la ola fuerte, pequeños maremotos entraron unos cincuenta metros playa adentro, provocando el desconcierto entre los bañistas antes de que se les echara encima la ola mayor. Según testimonios, se vieron rápidas y sucesivas mareas bajas y altas, luego el mar se retiró por completo y solo se sintió el estruendo atronador de la gran ola que venía.

Debido a que la energía de los maremotos tectónicos es casi constante, pueden llegar a cruzar océanos y afectar a costas muy alejadas del lugar del suceso. La trayectoria de las ondas puede modificarse por las variaciones del relieve abisal, fenómeno que no ocurre con las olas superficiales. Los maremotos tectónicos, dado que se producen debido al desplazamiento vertical de una falla, la onda que generan suele ser un tanto especial. Su frente de onda es recto en casi toda su extensión. Solo en los extremos se va diluyendo la energía al curvarse. La energía se concentra, pues, en un frente de onda recto, lo que hace que las zonas situadas justo en la dirección de la falla se vean relativamente poco afectadas, en contraste con las zonas que quedan barridas de lleno por la ola, aunque éstas se sitúen mucho más lejos. El peculiar frente de onda es lo que hace que la ola no pierda energía por simple dispersión geométrica,¹ sobre todo en su zona más central. El fenómeno es parecido a una onda encajonada en un canal o río. La onda, al no poder dispersarse, mantiene constante su energía. En un maremoto sí existe, de hecho, cierta dispersión pero, sobre todo, se concentra en las zonas más alejadas del centro del frente de onda recto.

En la imagen animada del maremoto del Océano índico (Diagrama de la onda en la primera imagen del artículo, a la derecha) se puede observar cómo la onda se curva por los extremos y cómo Bangladesh, al estar situado justo en la dirección de la falla fracturada, apenas sufre sus efectos, mientras que Somalia, a pesar de encontrarse mucho más lejos, cae justo en la dirección de la zona central de la ola, que es donde la energía es mayor y se conserva mejor.

Sistemas de alerta de tsunamis:

tsunami provocado por terremoto submarino

Muchas ciudades alrededor del Pacífico, sobre todo en México, Japón, Ecuador, Perú,Chile y en Hawái, disponen de sistemas de alarma y planes de evacuación en caso de un maremoto peligroso. Diversos institutos sismológicos de diferentes partes del mundo se dedican a la previsión de maremotos, y la evolución de éstos es monitorizada por satélites. El primer sistema, bastante rudimentario, para alertar de la llegada de un maremoto fue puesto a prueba en Hawái en la década de 1920. Posteriormente se desarrollaron sistemas más avanzados debido a los maremotos del 1 de abril de 1946 y el 23 de mayo de 1960, que causaron una gran destrucción en Hilo (Hawái). Los Estados Unidos crearon el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico en 1949, que pasó a formar parte de una red mundial de datos y prevención en 1965.

Uno de los sistemas para la prevención de maremotos es el proyecto CREST (Consolidated Reporting of Earthquakes and Seaquakes) (Información Consolidada sobre Terremotos y Maremotos), que es utilizado en la costa oeste estadounidense (Cascadia), en Alaska y en Hawái por el United States Geological Survey(el Centro de Estudios Geológicos de los Estados Unidos), la National Oceanic and Atmospheric Administration (la Administración Norteamericana Oceánica y Atmosférica), la red sismográfica del nordeste del Pacífico y otras tres redes sísmicas universitarias.

boya detección tsunamis

La predicción de maremotos sigue siendo poco precisa. Aunque se puede calcular el epicentro de un gran terremoto subacuático y el tiempo que puede tardar en llegar un maremoto, es casi imposible saber si ha habido grandes movimientos del suelo marino, que son los que producen maremotos. Como resultado de todo esto, es muy común que se produzcan alarmas falsas. Además, ninguno de estos sistemas sirve de protección contra un maremoto imprevisto.

A pesar de todo, los sistemas de alerta no son eficaces en todos los casos. En ocasiones el terremoto generador puede tener su epicentro muy cerca de la costa, por lo que el lapso entre el sismo y la llegada de la ola será muy reducido. En este caso, las consecuencias son devastadoras, debido a que no se cuenta con tiempo suficiente para evacuar la zona y el terremoto por sí mismo ya ha generado una cierta destrucción y caos previos, lo que hace que resulte muy difícil organizar una evacuación ordenada. éste fue el caso del maremoto del año 2004 pues, aun contando con un sistema adecuado de alerta en el Océano índico, dicha zona no hubiese escapado del desastre.

Actualización: Terremoto y tsunami en Sumatra Octubre de 2010

Etiquetas: tsunamiterremotomaremotoolaseísmo

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