
Cada vez hay más pruebas de que desova en una zona del océano llamada Slope Sea
¿El controvertido descubrimiento alterará la forma en que se gestiona el preciado pez?
En noviembre de 1981, una flota de cabilderos con maletines, científicos y negociadores políticos se reunieron en la soleada Tenerife, España, para decidir el destino del atún rojo del Atlántico. En representación de más de una docena de países, incluidos Canadá, Estados Unidos, España e Italia, los trajeados hombres sabían que se avecinaba una crisis.